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OPINIÓN 15/05/2014 05:00 Actualizada 05:00

LA CEREZA EN EL PASTEL Ayer, el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, dejó muy claras las cosas en el caso del Polyforum Cultural Siqueiros, que ha estado en boca de muchos en los últimos días. Dijo que firmó un oficio que, por cierto, ya está en los escritorios de los titulares de la Secretaría de Desarrollo Urbano y vivienda y de la Secretaría de Cultura, en el que les instruye para que se realicen todos los actos jurídico-administrativos necesarios, a fin de que con el análisis y con la normativa aplicable se establezca que el Polyforum Cultural Siqueiros sea declarado Patrimonio Cultural Urbanístico Arquitectónico de la Ciudad de México, con lo que se garantizaría su protección. Pues el tema parece agonizar para los interesados en revivirlo.

LA AGRESIÓN POR DELANTE Cuentan que quien se puso ayer muy agresiva por las calles de la delegación Gustavo A. Madero, fue la diputada perredista Yuriri Ayala; y es que como muchas ocasiones pasa con los legisladores, piensan que deben tener un trato especial, consideran que el fuero les da el derecho a la impunidad. La diputada bloqueó calles de la colonia Nueva Tenochtitlán, supuestamente para celebrar el 10 de mayo. Muy dueña de la calle consideró que no era necesario solicitar los permisos correspondientes a la delegación y cuando personal de la demarcación llegó a decirle que no hubo un aviso previo para su evento, los recibió con palos y piedras. Por cierto, entre los convidados al evento estaba el ex diputado y ex delegado Francisco Chiguil, recordado por su fatal actuación durante el caso del New’s Divine. Lo malo en estos casos es que la diputada acarrea a niños y mujeres por igual y los pone en riesgo.

INDISCRETO El procurador de Justicia del Distrito Federal, Rodolfo Ríos, se enredó al anunciar la captura de una banda dedicada al robo de relojes de lujo. Aseguró que entre las víctimas no estaba el secretario del Trabajo, Alfonso Navarrete Prida. El problema fue que para esa hora ya se había filtrado la versión de que se trataba de los mismos sujetos. Pese a ello, él sostuvo su versión, sin considerar que en su boletín venía marcado el mismo día y sitio en que Navarrete Prida fue asaltado.

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