La Banquetera

OPINIÓN 15/04/2016 05:00 Actualizada 05:00

Cuando alguien visita este lugar se siente como en otro planeta. Lunas pintadas en la pared, mesas de jardín rodeadas de pasto, casitas para pájaros colgando de los árboles, flamingos adornando la cocina y colores brillantes que rodean y engalanan este restaurante.

En L'encanto de Lola todo parece sacado de un cuento de hadas; no hay príncipes, sapos ni princesas, pero si hay algo que los distingue y los hace mágicos son sus malteadas.

El lugar nació de la mente brillante e imaginativa de Candice Rotterman, una mexicana llena de nostalgia; y es que el sabor de los macarrones con queso y las malteadas que preparaba su madre durante su niñez, la impulsaron a crear un lugar atípico y prácticamente sacado de su imaginación.

Luego de platicar la idea con su familia, Candice decidió expresar sus recuerdos en un lugar ataviado con juguetes, colores y sabores de su infancia; en la cocina, el olor a pan recién horneado rememora a los pasteles de las caricaturas enfriándose en la ventana.

En máquinas gigantes con estómagos llenos de fuego, crujen y se cuecen las bolitas de harina que los cocineros amasan casi al ritmo de una canción. En la barra, los ingredientes alineados esperan formados, para bañar y adornar los panes artesanales recién cortados que se barnizan con mantequilla sólo para volver ser calentados.

El restaurante es un diminuto mundo fascinante, casi sacado de una película para niños. Además, las mascotas también tienen un espacio en el patio, así que puedes degustar su menú variado, mientras tu mascota peluda toma una siesta en la casita principal.

Los colores sobresalen, sobre todo en los platos estrella del lugar: las malteadas. Una combinación de helado de vainilla con una receta secreta especial, que hace que al probarlas rememores los días de niño. Las hay tradicionales como la de fresa; preparada con ingredientes naturales, y adornada con una galleta de osito de sabor canela. También está la de chocolate, fría y burbujeante en el exterior, y condensada y espesa en su interior.

Las de doble preparación, elaboradas con helado artesanal de vainilla, leche, un ingrediente secreto, mucho amor y con chocotorro, cereales de canela o azucarados, o la de gansito que tiene el título a la mejor malteada de la ciudad, también son decoradas con el ingrediente principal de tu elección y son tan dadivosas que tu estómago terminará saturado.

Pero, la gran malteada es la de kínder. Batida con una combinación de tres chocolates y con grandes porciones de helado de vainilla, no puedes dejar de tomarla. ¿Quieres algo más sustancioso para acompañar? Elige la torta horneada de cochinita pibil; servida con piña, habanero y envuelta en pan casero recién salido del horno.

DÓNDE

Visítalos de lunes a domingo, de 12:00 pm a 7:00 pm, sobre la calle Amargura 14, colonia San Ángel, en la delegación Álvaro Obregón

PALADARES

"Me gustan las malteadas de aquí, porque son las más originales y ricas que he probado" Rodrigo Zamora, Comensal

"Me gustan mucho estas malteadas, porque son súper diferentes y no las encuentras en otro lugar" Daniela Mañol, Clienta

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