El GIEI y la teoría de la conspiración

RAÚL RODRÍGUEZ CORTÉS

OPINIÓN 15/04/2016 05:00 RAÚL RODRÍGUEZ CORTÉS Actualizada 12:23

Resulta paradójico, por decir lo menos, que sean quienes vendieron el petróleo, los mismos que ven una conspiración contra México, en el Grupo Interdisciplinario de Expertos Internacionales (GIEI) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que se sumó a la investigación del caso Iguala y la desaparición de los 43 de Ayotzinapa precisamente para dotarla de una credibilidad que aquí no le daba la PGR.

Pareciera que traen los cables cruzados: ven pérdida de soberanía en la intervención del GIEI y no la ven al abrir los recursos del subsuelo al capital privado internacional. ¿Qué nos quita más soberanía? Centrémonos en el GIEI.

En el discurso oficial y sus vastos ecos mediáticos, se percibe la urgencia de que el GIEI se vaya tan pronto como termine, el 30 de abril próximo, la segunda parte del mandato de observancia internacional que le dio la Comisión Interamericana a petición del gobierno mexicano.

La diplomacia cubre esa urgencia con el mensaje de que la misión se cumplió y que el Estado mexicano está muy agradecido por ello. La política, soez, deja sentir el mensaje de que ya se larguen estos metiches, altamente ideologizados y protagonistas de un activismo propagandístico que lo único que buscan es legitimar al crimen organizado, lastimar a nuestras instituciones y desestabilizar al país. ¡Qué horror!, los argumentos previos a la matanza de Tlatelolco.

¿Qué intereses son los que conspiran o se alían con el ‘narco' y que a través del GIEI quiere doblar a México? Y como no los encuentran con tales tamaños conspirativos, se van al supuesto fondo, donde ubican un mexicano resentido, ‘moviendo los hilos' para vengarse del desaire que Peña Nieto y su gobierno le hicieron al no nombrarlo presidente de la CNDH. ¡Por favor! ¿A poco es tan frágil nuestra institucionalidad como para sucumbir ante las supuestas maniobras vindicativas de Emilio Álvarez Icaza desde la secretaría ejecutiva de la CIDH?

La fragilidad es real, aunque no por esa causa. Más bien es consecuencia de años de corrupción en la procuración de justicia y de impunidad en su administración. Y en el caso de Ayotzinapa, por los errores de omisión, las decisiones tardías, la desatención de las víctimas, las contradicciones en las pesquisas y la soberbia de Jesús Murillo Karam que de su "ya me cansé" a su "verdad histórica", destruyó la poca credibilidad que le quedaba a la PGR. El GIEI vino a tratar de fortalecerla, no a colocarse por encima de ella, ni a ofender a los mexicanos, ni a conspirar contra su gobierno para desestabilizarlo.

Quienes ya quieren que se largue argumentan que el GIEI rompió con el gobierno porque el peritaje de los expertos en fuego contradice sus propias pesquisas, al sugerir que en el basurero de Cocula sí hubo un episodio de fuego a gran escala en el que podrían haber sido incinerados al menos 15 cuerpos. No hubo ruptura. Lo que el GIEI reclamó es que no se respetara el acuerdo de no revelar ese resultado hasta que fuera debatido con ellos para quitarle el carácter preliminar.

Los paranoicos de la conspiración también argumentan que el GIEI no acepta la participación de grupos delincuenciales en la desaparición de los 43. Verá usted que es falso si se lee con atención el informe de sus primeras conclusiones. Lo que los expertos tratan de documentar es la complicidad de esos grupos con fuerzas del Estado, sobre todo policías y militares. La actuación de estos últimos no ha querido ser expuesta en entrevistas directas con el grupo. Se entiende que el conducto sea el ministerio público federal, pero levanta sospechas que no se pueda dar un encuentro con los expertos. Más ahora que las redes sociales nos han mostrado que los militares sí torturan...

Instantánea. #LORDFERRARI. Nuevamente va desde aquí la pregunta: ¿por qué la ombudsperson de la Ciudad de México, Perla Gómez Gallardo está tan afanada en defender a Alberto Sentiés Palacio, el ahora famosísimo #LordFerrari? Ya obligó a la Procuraduría de la Ciudad de México a tomar medidas precautorias. ¿Obligará también al SAT? No se pierda de vista que Sentíes Palacio tiene seis averiguaciones previas por fraudes de entre 450 mil y 16 millones de pesos, ante la Procuraduría capitalina. Además, está documentado su modus operandi: conectar a inversionistas necesitados de dinero y garantizarles que traerá fondos de empresas americanas que ni siquiera existen. A quien defraudó con 16 millones de pesos, por ejemplo, prometió conseguirle fondos por más de 30 millones de dólares. Ya existen dos órdenes de aprehensión en su contra.

@RaulRodriguezC

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