Y la Luna se tiñó de rojo

OPINIÓN 15/04/2014 05:00 Actualizada 05:00

Los especialistas del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), Raúl Mújica y José Ramón Valdés invitaron, desde el pasado fin de semana, a observar la madrugada de hoy un espectáculo celeste maravilloso: el primero de cuatro eclipses de Luna que habrá entre este y el siguiente año.

Si usted fue unos de los felices desvelados que pudo mirar cómo la Luna se tornó roja, a eso de las 02:00 horas y se preguntó qué provecho podría sacarse de ello, acá le dejamos estas reflexiones que le ayudarán a volver a saborear, como un buen partido de futbol, haber presenciado el referido espectáculo celeste:

Mujeres y hombres de ciencia (astronomía, astrofísica, óptica, etc.) han utilizado la observación de estos fenómenos para darnos una explicación lógica y sustentada, que además genera conocimiento sobre otras características de nuestro planeta, como su peculiar órbita, que no es perfectamente circular sino irregular.

Otra aportación se puede derivar de la tonalidad roja que muestra la superficie lunar durante el eclipse, el cual se debe a los componentes de la atmósfera terrestre, igual que cuando observamos una puesta de sol por el horizonte a nivel del mar: el Sol “se pone rojo”, cuando en realidad es la cantidad y calidad del hidrógeno contenido en la atmósfera terrestre.

¿Qué tan roja estuvo la Luna de esta madrugada? Los eclipses solares también han sido muy útiles. El del 29 de mayo de 1919 sirvió para probar la teoría de la relatividad de Albert Einstein.

“Eclipse” es una palabra de origen griego y significa “lo que hace desaparecer”. En los eclipses totales de Sol, como el del 11 de julio de 1991, que fue visible desde la ciudad de México, la Luna proyectó una sobra sobre un punto en la superficie terrestre y eclipsó al Sol. El día se hizo de noche durante unos minutos y hasta las aves se fueron a dormir.

En los eclipses totales de Luna, ésta aparece como una inmensa bola roja flotando en el cielo nocturno. Esto es así porque la Tierra es el cuerpo celeste que proyecta su sombra sobre su satélite natural en tres grandes áreas en forma de conos: la central es la umbra y las adyacentes se les llama penumbras. Anoche ocurrió el primero de cuatro eclipses totales de Luna, también llamados tétradas, que ocurrirán entre 2014 y 2015. La siguiente serie se verá en 2032.

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