Los más picudos

OPINIÓN 15/03/2016 04:00 Actualizada 04:00

Considerados las estrellas de rock más grandes de la historia, Los Rolling, han sido estigmatizados asociándolos con drogas, satanismo y anarquía, cuando sólo se dedican al arte. Sus letras son genuinas piezas líricas, cargadas de ironía, que aluden a la razón, la libertad, el pensamiento crítico y la ciencia.

Ya desde su nombre, la banda inglesa apunta en esa dirección: las piedras no ruedan autómatas, sino como reacción a una fuerza externa que las hace salir de su estado de reposo. El nombre de la banda radica pues, más en las leyes de la física que en la roca en sí.

Existen otras piedras que ruedan: las que lo hacen movidas por la mano del hombre, producto de la evolución, que marca la diferencia entre el guijarro que pateamos en el camino y el que preservamos en los museos como punta de lanza o en poleas, orígenes de la tecnología.

Hay una melodía de Las Piedras Rodantes llena de figuras retóricas, colorido psicodélico y poesía que alude al concepto científico de la cuarta dimensión. Se trata de 2000 Light Years From Home, cuyo sentido, que no traducción porque toda traducción es una traición, dice más o menos así:

El Sol gira alrededor con grácil movimiento/
Estamos por salir en suave explosión/
Con destino a una estrella con océanos de fuego/
Estás tan pero tan solo, a cientos de años luz de casa/
Congelando desiertos rojos que se tornan en oscuridad/
Energía acá y en todas partes/
Vuelo Campana 14, puede aterrizar/
Te he visto en Aldebarán, a salvo en la arena del desierto verde/
Estás tan pero tan solo, a cientos de años luz de casa/

En la rola Simpathy for the devil, cuya traducción al castellano pierde en el camino la intención que tiene el término en inglés, sus Satánicas Majestades hablan de simpatía, sí, pero también de compasión, porque a la figura de Satanás se le han cargado más pecados que a ningún otro chivo expiatorio. Y se deja de lado la metáfora del ser que no acepta dócilmente el que las cosas sean como son y se rebela cuestionando todo dogma, prejuicio o principio de autoridad.

Ojalá que la noche de anoche y la de pasado mañana, Mick Jagger (quien siempre me da esperanzas de que se puede llegar a la tercera edad dando brinquitos sin caer en coma), Keith Richards, Charlie Watts y Ronnie Wood nos hayan complacido tocado estas dos súper rolas, junto con tantas otras que son la delicia de millones de fans en todo el mundo.

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