El PRD y la falla de San Andrés (Manuel)

LEO AGUSTO

OPINIÓN 15/02/2017 12:55 LEO AGUSTO Actualizada 12:55

A dos años de la elección presidencial, ya se siente la cargada legítima en favor de López Obrador. La semana pasada vimos al empresario regiomontano Alfonso Romo sumarse como asesor económico del tabasqueño. Luego se sumó Esteban Moctezuma, de Fundación Azteca, pero como son tiempos de indulgencias la señalada “mafia del poder” se ha depurado convenientemente para la causa. También, de manera no tan sorpresiva, el senador chiapaneco Zoé Robledo renunció al PRD para sumarse al proyecto político de Morena y, además, buscar la candidatura al gobierno del estado de Chiapas, donde aspirantes sobran.

El pasado domingo, los astros continuaron su alineación en favor de Andrés Manuel, Miguel Torruco renunció a la secretaría de Turismo del gobierno de la CDMX. No hay que perder de vista este movimiento en la izquierda porque don Miguel es consuegro de Carlos Slim, antiguo aliado de AMLO con el rescate del Centro Histórico de la capital del país. Pero a Miguel Ángel Mancera no le gustó que Torruco apoyara a AMLO y en realidad le pidió la renuncia. Lo corrió, pues. Porque Mancera sigue ‘a pie juntillas’ la máxima del cantante Dyango: “no debes tener dos amores, si el sol (azteca) cada día, no sale dos veces”.

Sin embargo, de aplicar el mismo rasero en la administración local, Mancera se quedaría sin la mitad de sus colaboradores, ya que no son pocos los funcionarios que se han acercado a Morena. Nos ahorramos los nombres porque no queremos causar el despido de nadie por esta razón. Pareciera que el único al interior del ex GDF que estima una posibilidad real de llegar a la presidencia en 2018 es el propio Mancera, además de sus cuatro amigos cercanos en el gobierno de esta ciudad.

Frente a la negativa de diálogo en esta lucha fraticida, la única salida política que tiene el PRD frente al regreso del ‘pejelagarto’ es convertirse en un partido satélite del PAN, como lo han hecho, hasta extinguirse en el proceso electoral de 2018.

Periscopio. El senador perredista Armando Ríos Piter dio el ‘encinazo’. Ayer renunció al PRD para asumirse como legislador “independiente”. Pero el joven político guerrerense, también conocido como ‘El Jaguar de la Costa’, no dijo adiós a la bancada del partido que lo postuló en 2012 para un escaño en el Senado, donde encabeza distintas comisiones parlamentarias que reciben recursos públicos para asesores, comidas, viajes y todos esos lujos que son de conocimiento público y dignos de la realeza. Ríos Piter buscará la candidatura presidencial independiente para dinamitar el voto de la izquierda. Veremos.

En el radar. La derrota no siempre es huérfana. El pasado domingo poco antes de las dos de la tarde, Claudio X. González (compañero de Felipe Calderón en la Escuela Libre de Derecho) salió desencajado y furioso de la glorieta del Ángel de la Independencia con rumbo a la calle de Florencia. Minutos antes, Isabel Miranda de Wallace (ex candidata del PAN al GDF) salía huyendo de la escalinata del Ángel hacia los baños del emblemático Sanborns de Reforma y Tiber.

Mientras tanto, en la zona VIP de Vibra México seguía María Amparo Casar (jefa de asesores de Santiago Creel en Segob durante el gobierno de Vicente Fox), con María Elena Morera, (cabildera del gobierno federal con Felipe Calderón y ex amiga de Genaro García Luna). Y así, podríamos ir listando los estériles liderazgos del panismo ciudadano, pero la clave del fracaso de la marcha del domingo está ahí, a la vista de todos: La élite de la derecha que convocó, llegó fragmentada a la cita luego de la aventura de la iniciativa ciudadana de ley “3 de 3”, susurra una informada voz a este espacio. A esta batalla no llegaron ni el desgastado Juan Pardinas, del IMCO; tampoco la Coparmex (aliado empresarial histórico del PAN). La derrota de Clinton socavó la candidatura de Margarita Zavala, pero también generó una profunda división al interior del PAN, el fracaso de la marcha descafeinada del domingo es muestra de ello. No tanto de desunión nacional.

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