Rebelión en la Judicatura

OPINIÓN 14/11/2014 05:00 Actualizada 05:00

Unos 100 magistrados y jueces federales, de los mil 774 que hay en el país de acuerdo con la más reciente estadística judicial del Consejo de la Judicatura Federal, habrían interpuesto un recurso de revisión o acaso controversia constitucional ante la Suprema Corte de Justicia, por la cancelación, desde principios de este año, de un bono de aproximadamente 17 mil pesos. Argumentan que la decisión de la Judicatura merma sus ingresos, que en todos los casos son muy superiores a los 100 mil pesos mensuales, y viola la Constitución.

El artículo constitucional violado —explicaron los quejosos— es el 94, que señala, entre otras cosas, que: “la remuneración que perciban por sus servicios los Ministros de la Suprema Corte, los Magistrados de Circuito, los Jueces de Distrito y los Consejeros de la Judicatura Federal, así como los Magistrados Electorales, no podrá ser disminuida durante su encargo”. En ese sentido, argumentan que la cancelación de esa parte de su ingreso afecta, sobre todo, los montos que recibirán al momento de su jubilación, ya que por el desempeño de su función como jueces, no pueden emplearse en otra actividad ni hacerlo cuando pasen a retiro.

En el asunto —explican— hay más fondo, y en su opinión tiene que ver con el hecho de que el Consejo de la Judicatura, instancia creada en 1995 con la reforma judicial del entonces presidente Ernesto Zedillo, ha desvirtuado sus funciones y lejos de ser un órgano que administre y facilite la función autónoma de los jueces, se ha convertido en una estructura que se ha puesto por encima de ellos.

La decisión de llevar a la Corte dicha inconformidad la habrían tomado unos 130 magistrados y jueces federales. La Judicatura les pidió que dieran marcha atrás y a los que se negaban empezaron a cambiarlos de adscripción, principalmente a las plazas más conflictivas del país, aseguran los magistrados consultados.

La maniobra hizo que desistieran al menos 30 de los inconformes, pero los otros 100 habrían interpuesto ante la Corte el recurso de revisión que, aseguran, quedó en la ponencia del ministro José Ramón Cosío.

La versión de esta especie rebelión fue confirmada por este reportero con tres magistrados que pidieron el anonimato por temor a represalias. Uno de ellos se mantiene en la demanda, otro desistió ante las presiones y el tercero no se sumó, desde un principio, aunque está enterado de lo que ocurre.

Los tres coinciden que el problema está en que la Judicatura ha hecho crisis como institución, lo que incluso ha abierto, en busca de solución, dos opciones que se confrontan. Una proviene de la misma Corte y busca regresar al estado anterior a la existencia de la Judicatura: una sala dentro del máximo tribunal dedicada específicamente a la administración de jueces y juzgados.

La otra opción se plantea desde el Ejecutivo y propone crear una Secretaría de Justicia, como ocurría antes de la Revolución.

En opinión de los magistrados consultados, las dos opciones voltean al pasado y plantean severos problemas de operación y autonomía judicial. Creen que la solución pasa por el rediseño del Consejo de la Judicatura, empezando con la decisión de que quien lo presida no sea al mismo tiempo el presidente de la Corte, como ocurre actualmente.

Acaso esta sea, por si algo nos faltara, una expresión más de la crisis institucional que vive el país.

Instantáneas

1. CÍNICOS. El miércoles pasado el Departamento de Estado norteamericano emplazó a todas las partes involucradas en el conflicto social producido por la desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa y las violentas reacciones a que ha dado lugar, a mantener la calma. Suena cínico pues ¿no tendrán conciencia que el problema es consecuencia, en mucho, de las políticas económicas anuladoras del Estado y profundizadoras de la desigualdad, que ellos han impuesto a nuestros gobiernos? Pero también suenan amenazantes: ¿si no se mantiene la calma qué, nos invadirán?

2. POLI. Hoy podría haber una solución al paro del Politécnico. El secretario de Educación asegura que prácticamente están de acuerdo con la comunidad. Lo acordado en el diálogo está siendo sometido a las asambleas estudiantiles. Ya veremos hoy.

Comentarios