Fantasmas en agua

OPINIÓN 14/10/2015 05:00 Actualizada 05:00
La protesta es contra los feminicidios y la violencia de género, que desde hace años ya, se ha apropiado de la región.
Este fin de semana, un grupo de mujeres y hombres, jóvenes en su mayoría, llegaron al Río de los Remedios, a la altura del metro del mismo nombre. Con bolsas de basura, maquillaje y flores, buscaron evidenciar que el río, convertido en canal de aguas negras, es tumba de innumerables víctimas de la violencia.
El año pasado, se realizaron varios dragados en esas aguas negras. La desaparición de Bianca Edith, una niña de 14 años, en mayo de 2012, y su posterior localización sin vida, en 2013, permitió identificar y detener a tres jóvenes feminicidas, comandados por un militar, ‘El Mili’.
Los tres adolescentes (adultos ya cuando fueron detenidos) han sido juzgados y condenados a muy pocos años de cárcel. ‘El Mili’ sigue llevando un proceso judicial. En sus declaraciones, los jóvenes admitieron haber participado no sólo en la violación, tortura y asesinato de Bianca, sino en el de innumerables jovencitas más.
A Bianca la dejaron sobre la carretera. Pero estos jóvenes, aseguraron, arrojaron a la mayoría de sus víctimas al Río de los Remedios. Así comenzaron los dragados. Ahí las cifras son dispares: Oficialmente, la Procuraduría habla de muchos restos óseos, muchos de animales, algunos de humanos. Una sola identificación positiva: la de Diana Angélica, otra nena que desapareció en septiembre de 2012, cuando tenía 14 años. 
Pero los familiares saben que en la ‘procu’ se habla de muchos más restos humanos. Al menos, dicen, entre 25 y 40 cuerpos.
Hay muchas más desaparecidas que han sido vinculadas al caso. Ninguno de ellos, realmente resuelto. Pero las autoridades insisten que el de ‘El Mili’ es caso cerrado. Pero las niñas siguen desapareciendo. Después de las detenciones, han desaparecido bajo la misma mecánica de hechos, al menos dos niñas más. 
Y queda un cabo suelto que, en términos reales, es fundamental: los adolescentes, en sus declaraciones, hablan de policías estatales y municipales involucrados. Más militares vinculados al narcomenudeo. Pero al llegar a este punto, no ha habido más investigaciones. 
Este caso, que abarca la desaparición de al menos una decena de niñas, continúa, para efectos prácticos, impune.
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