El conocimiento genera empleos

OPINIÓN 14/10/2014 05:00 Actualizada 05:00

La investigación científica –que algunos llaman ciencia básica– es una actividad efectuada por personas que se han formado en las ciencias exactas o las ciencias sociales; aunque también las ingenierías y las humanidades se consideran entre las áreas generadoras de conocimiento.

Ese conocimiento sirve, en primera instancia, para saber más sobre el universo y la humanidad y, en algunas ocasiones, también para resolver problemas que afectan a ambos campos. La ciencia puede ser la solución de diversos problemas: el cambio climático del planeta, la amenaza epidémica del ébola, la violencia que ocurre en el país, el hambre, la pobreza o el desempleo.

El conocimiento que se transfiere de las IES al sector productivo mediante la vinculación, se aplica en las empresas o industrias para mejorar o crear nuevos productos o procesos que triunfen en el mercado. A lo largo de ese proceso se generan plazas de trabajo para científicos y técnicos.

Un ejemplo de ello lo mostraron este 3 de octubre los secretarios de Energía (Sener), Pedro Joaquín Coldwell; de Educación (SEP), Emilio Chuayffet, y Enrique Cabrero, titular del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), al anunciar que, tras las reformas en energía y telecomunicaciones, México recibirá inversiones por 1,000 millones de dólares que servirán para impulsar la vinculación, innovación, productividad y competitividad en ambos sectores y crear nuevas plantas de trabajo y plazas laborales en distintos niveles. Eso sí, siempre y cuando desarrollemos tecnologías propias, porque de otro modo la riqueza, como venga se irá.

El sector energético requerirá unos 20 mil especialistas: 20% de nivel superior y posgrado y 80% de nivel técnico. Además, en ambos sectores se crearán 135 mil empleos directos y 356 mil indirectos para producción, transporte y transformación de hidrocarburos, electricidad, telecomunicaciones y energías limpias y renovables.

Se crearán más de 60 mil becas en los niveles técnico, superior y posgrado, y otras 5 mil de la SEP para nuevas licenciaturas y posgrados, que intensificarán la capacitación, certificación y reconversión de técnicos y profesionales. Las Cátedras Mexicanas en Energía generarán una masa crítica de investigadores y el Observatorio de Talento definirá áreas, especialidades académicas y prioridades nacionales en la industria energética.

Los Centros Públicos de Investigación del Conacyt abrirán subsedes como el Centro de Innovación y Desarrollo Tecnológico para la Industria Petrolera, que iniciará operaciones en 2016 en Campeche.

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