PAN: El que a desafuero mata...

LEO AGUSTO

OPINIÓN 14/06/2016 10:54 LEO AGUSTO Actualizada 10:54

Entre políticos hay de López a López. Quién lo iba a decir, hace apenas 111 años, la Cámara de Diputados se erigió como jurado de procedencia para desaforar a Andrés Manuel López Obrador por una supuesta controversia por el predio de El Encino, donde el gobierno construyó un camino para un hospital privado. El impulsor de aquél disparate, Vicente Fox, confesó en una entrevista de televisión con Adela Micha que ese, el desafuero, fue uno de los peores errores durante su sexenio.

Ayer, el PAN se vio sometido al mismo procedimiento parlamentario por una causa muy diferente a la del entonces perredista en 2005. La diputada del PAN del Congreso de Sinaloa, Lucero Sánchez López, es requerida por la justicia mexicana por la utilización de una identificación oficial falsa para visitar a Joaquín Guzmán Loera en el penal del Altiplano en noviembre de 2014; con una imaginación ‘que no tiene ni Obama’, la panista utilizó el nombre de Devany Vianey Villatoro Pérez. 

El caso de la ‘Chapodiputada’, cuya candidatura fue impulsada por Gustavo Madero, también va a la cuenta del llamado ‘joven maravilla’, Ricardo Anaya. Veremos hasta dónde opaca el desafuero y las repercusiones del caso el triunfo ‘histórico’ del PAN en siete gubernaturas, tres de ellas con ex priístas. 

Según lo visto ayer en el pleno de San Lázaro, la respuesta política del PRI a la derrota electoral del 5 de junio y a la mofa de Anaya a Beltrones en televisión nacional será lenta y, con algo de suerte, precisa. En el PAN creen que al des-lindarse de la diputada se ‘vacunan’ contra los nexos con el crimen organizado. Puede ser, pero no los exime de la responsabilidad política, de cara al 2018, por dejarse infiltrar de esa manera por el narcotráfico.

Periscopio. Francisco Labastida, líder moral de ocasión, más allá de la ocurrencia de atribuir la caída del PRI a la iniciativa legislativa del presidente Peña para llevar a nivel constitucional el matrimonio igualitario, Labastida es quizá la persona menos indicada para opinar de la vida de su propio partido, al que llevó a la derrota en la presidencial del año 2000. Quien fuera secretario de Gobernación en el último tramo del periodo de 70 años de PRI en el poder, representa eso: el pasado de un partido político y de un país, así como la derrota electoral personificada. Pongamos el siguiente ejemplo hipotético: si Labastida hubiera salido a hacer campaña de manera activa durante el pasado proceso electoral, tal vez ahora estaríamos hablando de una derrota priísta en 12 gubernaturas. ¿Por qué Francisco Labastida aparece nuevamente de la nada para hacer sus aportaciones a la democracia que, por cierto, a nadie le importan?

En el radar. El pasado fin de semana tuvo lugar la tradicional guerra civil beisbolera entre los clubes Diablos Rojos del México y los Tigres de Quintana Roo, esta vez en el parque Fray Nano de la Ciudad Deportiva. Como todo clásico, la reventa se presenta una y otra vez en la taquilla hasta acaparar una buena cantidad de las entradas. El personal de taquilla tiene identificados a los revendedores pero, dicen, “ellos no pueden hacer nada”. Y piden que sean los propios aficionados quienes denuncien ante la policía. Irresponsable recomendación ya que son bien conocidas las formas de amedrentar que tienen las mafias que se dedican a la reventa ilegal de boletos, no sólo en el Fray Nano, también en estadios de la CDMX como el Azul, Azteca y México 68. ¿En serio no pueden hacer nada? Ojalá Alfredo Harp tome cartas en el asunto para preservar el ambiente familiar que caracteriza históricamente al club.

Bitácora de lo absurdo. Un funcionario del gobierno de Jalisco fue destituido por el gobernador Aristóteles Sandoval debido a un comentario donde el hoy ex coordinador en la Secretaría de Desarrollo e Integración Social jalisciense mostró su homofobia y celebró la masacre de Orlando ocurrida el fin de semana. Como una forma de respeto al lector no replicaremos el mensaje, pero sí el nombre del intolerante: José de Jesús Manzo Corona. 

submarinopolitico.com

Comentarios