No todo lo que brilla es… bueno

OPINIÓN 14/05/2013 01:00 Actualizada 01:00

El sol es una fuente de energía necesaria para la vida: el organismo humano la necesita para sintetizar vitaminas esenciales y otras cosas, pero cuando el cuerpo se expone de más a sus rayos la piel corre peligro, pues recibe ondas de los amenazantes rayos ultravioleta (UVA y UVB) e infrarrojo (IR-A).

Rayos del mal o del bien

¿Y por qué son peligrosos los infrarrojo? Su daño es acumulativo; potencian el deterioro causado por los UVA y los UVB y la gran mayoría de protectores solares asegura una protección frente a los rayos UVA y UVB, cuenta el dermatólogo Daniel Asz.

Pero, alerta, “diversos estudios han demostrado que los rayos infrarrojo también tienen un efecto importante en nuestra piel, ya que produce daños significativos a nivel celular y de ADN”.

El hecho es que 54% de la radiación solar es infrarroja y la principal causante de la síntesis de vitaminas, en concreto de vitamina D, y algunos estudios indican que una sobreexposición a estos rayos causa —a largo plazo— aumento de posibilidad de cáncer de piel y fotoenvejecimiento.

Las emisiones solares infrarrojo son semejantes a las que emiten el fuego, un radiador de calefacción o una acera caliente. Aunque no podemos ver esta radiación, los nervios del cuerpo la sienten como calor.

La radicación y sus maldades

Los rayos UVA constituyen 6.3% de la radiación solar, y aunque no sean causantes de quemaduras, afectan la epidermis:

“Contribuyen a que la piel adquiera un tono bronceado, pero al mismo tiempo son los principales causantes del envejecimiento prematuro de la piel y que ésta pierda elasticidad, además de contribuir a las tan odiadas manchas solares”, dice.

Sobre los rayos UVB, explica: Son sólo 0.5%, pero mucho más peligrosos, ya que llegan a la superficie terrestre con una intensidad mayor que los rayos UVA.

Al ser más intensos, con una breve exposición pueden causar quemaduras y contribuir a la formación de melanomas en el caso de que no nos protejamos adecuadamente.

Elegir un buen protector solar

Los expertos dicen que es esencial utilizar protectores de nivel alto que nos aseguren una protección eficaz frente a los dos tipos de rayos ultravioleta (UVA y UVB) y que tengan en cuenta las características de los rayos IR-A, algo que no ocurre con todos los protectores solares. Marcas como Skinceuticals cuentan con productos que previenen los daños en la piel al neutralizar los radicales libres generados por los rayos infrarrojo.

Los antioxidantes de Skinceuticals neutralizan estas moléculas inestables actuando como segunda línea de defensa contra los daños causados por el sol y el envejecimiento prematuro de la piel.

Uno de sus productos es Ce Ferúlico, un tratamiento antioxidante combinado que contiene 15% de ácido l-ascórbico, 1% de alfa-tocoferol y 0.5% de ácido ferúlico. Se trata de una revolucionaria combinación de antioxidantes que ofrece una protección avanzada frente el fotoenvejecimiento, neutraliza los radicales libres, estimula la síntesis de colágeno y proporciona protección antioxidante.

solar es infrarroja y la principal causante de la síntesis de vitaminas, en concreto de vitamina D, pero algunos estudios indican que una sobreexposición a estos rayos causa —a largo plazo— aumento de posibilidad de cáncer de piel y fotoenvejecimiento.

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