La cloaca de Oceanografía (2)

OPINIÓN 14/03/2014 05:00 Actualizada 05:00

Los propietarios de Oceanografía, Amado Yáñez Correa y su hijo Amado Omar Yáñez Osuna, armaron en 2005 con los entonces subdirectores de Pemex Exploración y Producción (PEP), Héctor Leyva Torres y Federico Martínez Salas (hombres de confianza del que fuera director de la subsidiaria, Carlos Morales Gil), mecanismos administrativos para obtener fraudulentamente recursos públicos del Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext) y Pemex.

PEP adjudicó a Oceanografía el contrato PEP-O-IE-504/05 por casi 140 millones de dólares. Los Yáñez tramitaron con Bancomext un crédito por factoraje (Oceanografía entregó al banco facturas de PEP por servicios prestados o por prestarle, para obtener el crédito).

El órgano de Control Interno del Bancomext (OIT), encabezado entonces por Roberto Muñoz Leos descubrió, semanas después, que eran apócrifas cinco de las facturas expedidas por PEP a cuenta del contrato para obtener 23 millones de dólares.

El contrato PEP-O-IE-504/05 se otorgó para la construcción de un gasoducto de 36 pulgadas por 56 kilómetros de la plataforma de enlace Litoral al Complejo Pol A, uno de los proyectos más ambiciosos del ex director de PEP, Carlos Morales Gil, por ser área neurálgica en el manejo de petróleo y gas del megayacimiento de Cantarell en la sonda de Campeche. El monto del contrato fue de 124 millones 486 mil 97.75 dólares y 105 millones 768 mil 461.53 pesos.

Cuando la licitación se resolvió a favor de Oceanografía en marzo de 2005, una primera comisión legislativa investigaba el supuesto tráfico de influencias de los hijos de Marta Sahagún. Pemex, entonces, consideraba deficiente a la naviera, que enfrentaba juicios contra la paraestatal para evitar su inhabilitación por el incumplimiento de tres contratos de arrendamiento de las embarcaciones Paula Kay, Seba’an y Kristing Grace. Aún así, Oceanografía obtuvo el contrato.

Los Yáñez dispusieron el 22 de agosto de 2005 de 22 millones 900 mil dólares del crédito del Bancomext, presentando ante el banco una copia simple de la factura 15173 con fecha 16 de agosto, emitida por Oceanografía.

Y como el crédito era por factoraje, Bancomext entregó el dinero a la naviera.

El engaño se descubrió cuando un ejecutivo del banco presentó la factura en la ventanilla de Pemex, donde no le reconocieron el sello. El banco llamó a la región sur de PEP y ahí le dijeron que la factura nunca pasó por Pemex y que el sello era apócrifo.

Fue así que el OIC inició una investigación encabezada por el gerente de auditoría, Raúl Muñúzuri Becerra, y se encontraron las cinco facturas apócrifas.

El titular del OIC notificó a Pemex pero la paraestatal no le rescindió el contrato, como marca la normatividad. De manera que el contrato siguió vigente y, entre el 25 de noviembre de 2005 y el 13 de julio de 2007, Pemex pagó a Oceanografía 135 millones 100 mil 111.89 dólares y 102 millones 690 mil 4 pesos, esto es, 10 millones de dólares más de los pactados en el contrato, sin que siquiera se cumpliera el compromiso de que la obra quedara terminada en 2006.

La oficina del abogado general de Pemex presentó dos denuncias penales en relación con el caso pero hasta la fecha las indagatorias están detenidas con el argumento de que al Bancomext se le restituyeron los recursos prestados. Ni a los Yáñez ni a los ex subdirectores de PEP Héctor Leyva Torres y Federico Martínez, jubilados en diciembre de 2006, se les ha fincado responsabilidad alguna.

Un fraude similar es el que se cometió contra Banamex nada más que con facturas apócrifas expedidas el año pasado, es decir, ya en esta administración.

Instantánea

BREVE reflexión sobre el escándalo de la Línea 12 del Metro: las fallas están en las vías y los durmientes, pues no resisten el peso de los trenes. La compra de esos materiales no pasa ni por las constructoras (ICA, Carso y Alstom) ni por el arrendador de los trenes, CAF. La adquisición la hizo directamente a una empresa china el director del organismo descentralizado hoy en proceso de extinción, Enrique Horcasitas Manjarrez, amigo de Marcelo Ebrard y hermano del vicepresidente de Construcción de ICA. ¡Qué negociazos!

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