La "casita blanca" de Víctor Romo

LEO AGUSTO

OPINIÓN 14/02/2018 12:41 LEO AGUSTO Actualizada 12:41

Ayer, en el noticiario matutino de Ciro Gómez Leyva, se dio a conocer la primera de una serie de inconsistencias en las declaraciones patrimoniales de Víctor Hugo Romo entre 2012 y 2015 cuando fue jefe delegacional en Miguel Hidalgo. Al primer año de gestión, Romo compró una casa de contado con valor de siete y medio millones de pesos en el número 62 de la calle de Heródoto, en la colonia Verónica Anzures, en un terreno de 297 metros cuadrados y con 400 de construcción a valor comercial de 32 mil por metro sólo por el terreno. Oneroso gasto que coincide con el inicio de una serie de construcciones irregulares en la zona cercana a Polanco.

El gasto no cuadra con las erogaciones y los ingresos del hoy precandidato de Morena, la esperanza de México, a la alcaldía de Miguel Hidalgo, que durante su primer año de gestión tuvo ingresos de un millón 300 mil pesos, mientras que su esposa, como funcionaria en la Cámara de Diputados, tuvo ingresos por 250 mil pesos durante el mismo periodo. ¿De dónde salieron los cinco millones adicionales para pagar la propiedad, si declaró haber gastado 600 mil pesos en la manutención familiar y tenía ahorros por 460 mil pesos? La coartada de Romo es que el resto salió de un préstamo, informó el reportero Humberto Padgett

Como el nopal y sus maravillosas propiedades, al año siguiente, 2014, la señora Romo compró otra casa en la colonia Jardín Balbuena, cuyos detalles serán dados a conocer en los próximos días en el mismo espacio radial. Gómez Leyva mandó un mensaje claro a Romo: hay suficiente información para documentar la corrupción durante su “transparente” gestión en la delegación Miguel Hidalgo. Pero el destinatario final es Andrés Manuel López Obrador, quien se jacta de no tener “cola que le pisen” y tampoco reconoce la corrupción en su partido político, la cual siempre está en otra parte. En la lógica de Obrador, el saqueo ‘hormiga’ del erario al amparo del poder público, está permitido.

El argumento morenista de que todo es una campaña orquestada en contra de Romo, se agotará pronto ante la imposibilidad de comprobar los haberes obtenidos durante su gestión. Como dijera otro tabasqueño ilustre: ‘¿quién pompó, quién pompó casita, quién pompó?’. 

En el radar. En el periodo de intercampaña la estrategia puede convertirse en una de las principales protagonistas. Ayer, Ricardo Anaya, para mantener presencia en medios, difundió en sus cuentas de redes sociales un video donde denunció que era seguido por una extraña camioneta. Al ser encarado por Anaya, el personaje se identificó como agente del Cisen. En principio, con el desprestigio que se carga la clase política, se dudó de la imagen y se habló de un posible montaje, hasta que salió a conferencia de prensa el secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida, a reconocer que sí seguían al aspirante presidencial, mas no lo estaban espiando. 

Valgan las siguientes acotaciones: los hechos sucedieron el pasado domingo en el estado de Veracruz. ¿no fue avisado el titular del Segob para anticiparse a los daños que ocasionó al gobierno federal la denuncia? Tuvo casi 48 horas para actuar. 

La protección a los aspirantes a puestos de elección popular debería estar estipulado por ley, a pesar del rechazo de los partidos de oposición por su desconfianza en el gobierno en turno. 

Pero lo realmente preocupante es que un agente del Cisen sea descubierto en sus labores de inteligencia. El ciudadano de a pie podría pensar que Navarrete Prida descubrió ayer que era titular de la política interior del país y los alcances de la secretaría que encabeza. Más delicado, que con esa pericia se busque a los agentes de la PGR secuestrados hace unos días en Nayarit. No supimos si reír o llorar cuando Navarrete realizó el anuncio de que los estaban buscando. ¿Dónde estás Osorio Chong? 

Bitácora de lo absurdo Eva Cadena regresó de las sombras para denunciar un complot en su contra por parte de los morenistas veracruzanos Cuitláhuac García, Rocío Nahle y Amado Cruz Malpica. Nadie le creyó. 

t@LeoAgusto

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