Las mujeres que aguantan todo

OPINIÓN 13/09/2013 05:00 Actualizada 05:00

Los pies son una zona erógena por excelencia, pero además, para algunas personas como Georgette Rivera, son la parte donde se sabe el presente, pasado y futuro de las personas.

Ella tiene la facultad de la podomancia, es decir, lee los pies y algo muy significativo que ha encontrado sobre las relaciones de parejas en la infinidad de mujeres que acuden con ella, es la inseguridad en el amor.

Cierto que también lo ve en hombres, pero hablando específicamente de las mujeres, afirma que la inseguridad amorosa hace que muchas personas acudan a su consulta con el fin de encontrar una respuesta a su dolor. “Lo malo es que muchas quieren oír algo que no es cierto, como que sus hombres las aman, que regresarán arrepentidos o que la otra no significa nada para ellos”.

Y es que hasta para las ciencias ocultas el amor es un conflicto en este sentido, “si una mujer me hace una consulta para que le diga si su marido la ama, es porque ya de entrada hay problemas y duda de él; yo cuando leo su pie y le digo cómo está su relación y ella insiste en que vea bien, es porque ella misma no quiere aceptar la realidad”.

Y es esta falta de aceptación, dice la también terapeuta de pareja, la que hace que las mujeres permitan un sinnúmero de maltratos y abusos a su persona que, al final, las lleva a quejarse de que sus hombres son unos cabrones.

“Y esto se da en mujeres de todos los niveles sociales y educativos; he tenido compañeras de doctorado que salen corriendo de clase porque el marido va a llegar del trabajo y tienen que hacerle la cena o se enojan, reproduciendo estereotipos que a nadie benefician”, asegura.

Los hombres son cabrones porque las mujeres les dejamos serlo, aunque cierto, dice, hay de todo en ambos sexos. Sin embargo, hay un miedo más profundo en las mujeres al abandono, lo que hace que sean más permisivas con los varones con tal de retenerlos.

Es muy importante la forma en que te educan. Las mujeres somos las que educamos a hijos e hijas, y esa es una tarea muy importante, saber cómo tratamos a los niños en comparación con las niñas, “mientras sigamos haciendo que ellas les sirvan a ellos y ellos piensen que son más que un artículo de lujo que merece todo, no cambiará nada”.

Por otra parte, explica que también hay personas que en el trato no nos hacen nada bien y ese tipo de relaciones hay que dejarlas porque nos dañan; “será muy bueno con los demás, pero si a ti te trata mal, no tienes nada que hacer ahí”, advierte.

Asimismo, dice que el libre albedrío no sirve para otra cosa más que para el compromiso, “cuando decides tomar una decisión de algo, apunta a que te vas a comprometer con ello, de entre las demás opciones. Es hacerse responsable de esa decisión, y una pareja es algo muy importante qué decidir”.

Por ello, para no tener que aguantar lo que a una no le gusta, dice que hay algo muy sencillo que hacer, pero se requiere valor; “lo que no te gusta no lo aguantas, hay que tener claro que llegas solo al mundo y solo te vas, a la vida no vienes a aguantar nada, se viene a romper patrones que tú no generaste, como la violencia... pues de los gritos vienen los golpes y después de éstos ya no hay más, si en tu casa los hay, tu trabajo es romper con eso, no fomentarlo”.

Por ello, dice, elegir pareja se hace con conciencia, “hay que tener claro que el amor se demuestra y las acciones son las que hablan, si él no te cuida, no te trata bien, no se preocupa lo suficiente por ti, no hay nada qué hacer ahí”.

Al final, asegura, el amor es algo muy simple, es un acto de conciencia porque te vuelves una mejor persona y lo que hace que muchas personas tengan miedo de enamorarse es que eso se acabe. “Sexo hay en todas partes, pero amor, es un acto que debemos hacer con los ojos bien abiertos.”

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