La promulgación de la entrega

OPINIÓN 13/08/2014 05:00 Actualizada 05:00

El pasado lunes, Enrique Peña Nieto promulgó la iniciativa energética que hace entrega de los recursos energéticos a las empresas privadas, nacionales y trasnacionales. Es interesante ver la respuesta que de inmediato se dio en las publicaciones internacionales especializadas.

El World Oil News celebra que en esta misma semana se decida sobre los bloques que licitará México, pues se espera que miles de millones de dólares sean invertidos en la producción de petróleo en aguas profundas y para la perforación en la zona de lutitas-shale gas.

La misma publicación señala que a los analistas de HSBC les resulta atractiva la manera en que se perfilan las nuevas leyes, donde ven oportunidades para China, así como para las empresas petroleras importantes como Transocean, Halliburton y Schlumberger.

Tony Payan, director del Centro México, del Instituto Baker de la Universidad Rice, señala que si se administra bien la industria, México podría convertirse en un productor importante de petróleo y que junto con Canadá y Estados Unidos podría llegar a estar muy cerca su independencia energética.

Además, el texto señala que “la inyección de inversión extranjera podría ayudar a duplicar la extracción diaria, para elevarla a 5 millones de barriles diarios, una cifra que alinearía a México como el cuarto mayor productor mundial”.

Francisco Garaicochea, presidente de la organización Ingenieros Pemex Constitución de 1917, hizo un análisis de lo publicado en ese medio, el ingeniero dice: “Quieren hacernos creer a los mexicanos que tenemos enorme potencial para elevar la producción, mediante la participación de empresas transnacionales, es parte de la propaganda que han usado con éxito para convencer a nuestros legisladores de la necesidad de privatizar nuestro petróleo”. Si bien es cierto, considero que no es solamente la propaganda, yo estoy segura que han corrido ríos de dinero, bonos y ofertas para ser accionistas de las mismas empresas. Como ejemplo tenemos a varios ex funcionarios que actualmente participan en las transnacionales.

Ahora las empresas privadas ven en nuestro país mejores condiciones para maximizar sus ganancias, ya que en otros países, como Brasil, la operadora directa es la paraestatal Petrobras, sin embargo, de acuerdo a la reforma, aquí serían las transnacionales quienes lo harían, y solamente de manera excepcional Petróleos Mexicanos.

No cabe duda, Enrique Peña Nieto se ha querido convertir en el Santa Anna del siglo XXI.

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