Madrugada de masacre y detenciones

RAÚL RODRÍGUEZ CORTÉS

OPINIÓN 13/06/2016 12:19 RAÚL RODRÍGUEZ CORTÉS Actualizada 12:19

Qué madrugada la de ayer domingo: una masacre terrorista en EUA y la detención, por ‘lavado’ de dinero, del principal dirigente de la Sección 22 en Oaxaca, de la CNTE. No son, por supuesto, hechos relacionados entre sí. Sí son, ambas, noticias que tendrán repercusiones severas: una en el mundo entero y la otra en nuestro país. 

En Orlando, los parroquianos de un bar emblemático entre la comunidad lésbico-gay de Florida, recibieron las ráfagas de un rifle de asalto accionado por un estadounidense de origen afgano que tomó rehenes, negoció su liberación y finalmente fue abatido.

El saldo del ataque, hasta el momento, es de 50 muertos y 53 heridos, muchos de ellos hospitalizados en estado crítico, por lo que bien podría aumentar el número de víctimas mortales.

Estamos ante un crimen de odio en dos vertientes: el de la homofobia (potenciado por un discurso electoral centrado en la violencia contra la migración, pero que atiza todo tipo de intolerancia); y el del terrorismo radical islámico que, conforme ha avanzado la investigación del FBI, vincula al atacante con el Estado Islámico.

La reacción previsible será el endurecimiento de la seguridad interior de Estados Unidos contra sus expresiones internas de terror, con la persecución de grupos minoritarios que, como la comunidad lésbico-gay, no dejan de ser vulnerables, aunque se les reconozcan derechos plenos; y de esa masa que no deja de ser objeto de discriminación, maltrato y explotación, la de los trabajadores migratorios, la mayoría de ellos mexicanos.

Es de esperarse, también, una escalada militar que, a no dudarlo, enfatizará en el ataque a las zonas que domina el Estado Islámico en Siria e Irak, lo que aumentará la huída de civiles que, en busca de refugio, mueren ahogados en las aguas del Mediterráneo o se quedan atorados en los inhumanos campos de contención que las potencias europeas han ordenado levantar en los territorios balcánicos.

En cualquier de las dos vertientes se encuentra un problema de fondo: el de la casi omisa política de control de armas en Estados Unidos.

Tal omisión provoca tiroteos masivos frecuentes y sangrientos: 132 en los que va de este año de acuerdo con el sitio www.shootingtracker.com que desde ya, colocó a este de Orlando como el más mortífero en la historia estadounidense.

En los hogares estadounidenses hay 300 millones de armas y 70% de la población está de acuerdo en que todo ciudadano pueda tener una. En ese contexto es que las autoridades expiden cada año hasta dos millones de permisos de portación.

El mercado es implacable y tiene que colocar su producto, de ahí que se produzcan 5 millones de armas al año, 95% de las cuales van al mercado interno. Peor aún: cada vez se militariza más el mercado civil de armas, lo que quiere decir que las de alto poder, las de uso militar, están cada vez más a la mano de la población en general. La lógica mercantil nos diría: no en vano se trata de un mercado que deja anualmente ganancias de casi mil millones de dólares.

Y como si la masacre de Orlando fuera poco, desde el punto de vista noticioso, la madrugada del domingo ocurría en nuestro país, aquí en el Valle de México, la detención del principal dirigente de la Sección 22 de la CNTE en Oaxaca, Rubén Núñez, acusado por la PGR de ‘lavado’ de dinero.

Núñez había participado en la marcha que el sábado llevó a los contingentes de la disidencia magisterial a Los Pinos. Núñez, sabedor de la orden de aprehensión en su contra y enterado de que horas antes había sido aprehendido en Oaxaca el número dos de esa sección de la Coordinadora, Francisco Villalobos, aceptó la protección de la Sección 9 de la CNTE, la de la Ciudad de México y fue resguardado en un domicilio de Ecatepec. Las fuentes consultadas aseguran que ahí estuvo echando trago y que, acaso por la euforia que suele provocar el alcohol, decidió en horas de la madrugada regresar al campamento magisterial. Fue en ese momento que la Policía Federal le ‘echó el guante’. La PGR confirmó la detención al mediodía y explicó que Núñez, como dirigente, firmó contratos con diversas empresas proveedoras de servicios a sus agremiados, por los que recibía jugosas comisiones. El dinero —acusa la PGR— fue desviado por Núñez en su beneficio y también para financiar las movilizaciones del gremio. El monto: hasta 132 millones de pesos.

Por eso le digo: qué madrugada la del domingo. @RaulRodriguezC 

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