La reforma educativa

OPINIÓN 13/03/2013 04:00 Actualizada 13:18

Nadie en su sano juicio, salvo cierta minoría comodina del magisterio, puede estar en contra de mejorar la educación que se imparte en el país, que es de muy baja calidad según se aprecia en el desempeño y la preparación académica de una gran mayoría de los educandos a todo nivel.

Ese solo hecho lleva a respaldar la tan celebrada reforma educativa que, se decía en este espacio, es más, por lo pronto, una reforma político-adminsitrativa del sector educativo desde la Constitución, en espera de que los cambios a que dé lugar en la ley reglamentaria correspondiente, aterricen en un cambio del modelo y los contenidos educativos.

No quiere decir esto que la reforma aprobada por ambas Cámaras nacionales y 21 Congresos locales, sea inconveniente o innecesaria. Digamos que es un punto de partida en cuanto, insistimos, la estructura político-administrativa del sistema educativo.

De entrada permite al Estado recuperar desde la legalidad constitucional la rectoría sobre la educación cedida, durante los últimos gobiernos, no a los maestros, sino al corrupto liderazgo del sindicato que los representa. No, seguramente, por descuido o debilidad, sino como parte de un tejido por el Estado mismo con fines de control social, político y hasta electoral.

¿O no fue el SNTE el que atajó la creciente oposición de sus disidentes en el gobierno de Carlos Salinas, o su hoy procesada líder Elba Esther Gordillo la que se alió con Vicente Fox, forzó el triunfo de Felipe Calderón o llevó al poder a gobernadores como Rafael Moreno Valle, de Puebla?

¿O no es el SNTE el que más influye en las decisiones educativas con la estrategia de ocupar altos cargos (la mayoría de los secretarios de Educación de los estados son o fueron miembros del sindicato)? ¿Acaso no se descubre su presencia en todos los órganos importantes de decisión del sistema: otorgamiento de plazas, asignación de docentes o concesión de cambios de escuela?

En fin, ¿cómo recuperará el Estado esa rectoría? Pues recuperando las funciones cedidas y elevando la calidad de los docentes con más preparación, y transparentando su ingreso, promoción y permanencia dentro del sistema educativo.

De manera que lo hecho hasta ahora no es desdeñable pero es insuficiente para resolver dos problemas fundamentales: la deficiente calidad de los aprendizajes y la inequidad en la distribución de oportunidades de acceder a la escuela y aprender en ella.

Dice la directora del Instituto de Investigación para el Desarrollo de la Educación de la Universidad Iberoamericana, Sylvia Schmelkes del Valle:

“Atender a esos dos propósitos de mejorar la calidad y la equidad de la educación requiere de medidas sustantivas que la actual reforma educativa ni siquiera menciona: mejorar sustancialmente la formación inicial y en servicio de los docentes; hacer una profunda revisión curricular que reconozca la diversidad geográfica, cultural y lingüística del país; descentralizar de fondo, a nivel de escuela y de zona, el sistema educativo; modificar de raíz los criterios de financiamiento educativo que hasta la fecha benefician más a los que más tienen y contribuyen a que la educación cumpla una función reporductora de la desigualdad social; y procurar la equidad (que no la igualdad) en los aprendizajes entre los diferentes sectores que conforman nuestra población”.

Claro que peor sería no tener los cambios que ya se tienen aunque el gran riesgo es que se den por concluidos con estas modificaciones a los artículos 3 y 73 de la Constitución. Hay que dar el paso siguiente, el de las leyes reglamentarias, que es donde deberá verse con claridad la reforma verdadera de la que nada se ha dicho.

Instantáneas

1. TELECOMUNICACIONES. La iniciativa de refiormas en la materia fueron presentadas, como aquí le adelantamos, el lunes pasado. Todos parecen estar muy contentos con ella, incluso los grupos empresariales a los que acota. En el papel se ve muy positiva. Aquí la analizaremos en próximas entregas.

2. AUTODEFENSA. Respondieron el jefe de gobierno del DF, Miguel Ángel Mancera, y su secretario de Seguridad Pública, Jesús Rodríguez Almeida: en la ciudad de México no hay ni habrá grupos armados de autodefensa.

3. TRANSPARENCIA. El gobernador de Veracruz, Javier Duarte Ochoa, inauguró las Reuniones Regionales de Capacitación para la Fiscalización Superior Municipal 2013. Ahí dijo que la rendición de cuentas, la transparencia y la actuación conforme a la legalidad y bajo los principios de honorabilidad y pulcritud, son elementos fundamentales, necesarios y obligados que debe regir a los servidores públicos.

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