Objeciones de la Memoria

OPINIÓN 13/02/2015 05:00 Actualizada 05:00

El Instituto Nacional Electoral (INE) no ha tenido la capacidad de frenar la compra del voto a través de la entrega de televisores por parte del gobierno de Enrique Peña Nieto ni ha puesto un alto a la promoción ilegal del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) en los cines.

Es grave que no se haya frenado la entrega de televisores y que el INE se haya limitado a solicitar que se retire el lema del gobierno federal de los embalajes.

Hay que tomar en cuenta que si tradicionalmente se compra el voto con una despensa de 50 pesos, imagínense lo que ocurrirá con un televisor.

No debemos olvidar que la campaña de Peña Nieto fue un verdadero catálogo de innovación en la compra del voto: ya no fueron despensas, sino monederos electrónicos de Soriana, tabletas electrónicas y un sinfín de productos, aparatos y hasta animales de granja. Sin duda es precedente grave, una alerta que no se debe soslayar.

No se trata de que el gobierno federal no entregue los aparatos electrónicos, sino que deje de hacerlo en plena temporada electoral y que se transparenten plenamente los criterios mediante los cuales se decide quiénes serán los beneficiarios por esta acción.

Sin embargo, las televisiones de Peña Nieto y la promoción indebida del Partido Verde no son las únicas acciones que vulneran la equidad y amenazan la libertad del voto.

También, en diversos lugares del país como Puebla, Quintana Roo, Veracruz y las delegaciones Gustavo A. Madero y Tlalpan se han dado actos de persecución y acoso a miembros de la oposición, particularmente militantes de Morena.

Lo anterior configura un escenario difícil en esta temporada electoral y es imperativo que el INE atienda las quejas antes de que los problemas se tornen mayúsculos e incontrolables y terminen viciando los comicios próximos.

Pretender que nada pasa sería una equivocación por parte de las autoridades electorales.

Lo ideal es que se actúe de manera rápida para que la ciudadanía tenga confianza en las instituciones electorales.

No obstante, es importante insistir en las vías institucionales y denunciar las irregularidades. No se trata de ser ingenuos o de dar un cheque en blanco a la autoridad, sino de exigir que las leyes se cumplan y las instancias encargadas de su aplicación funcionen correctamente, para que la sociedad mexicana pueda arribar a la democracia y los gobiernos electos por el pueblo sean una realidad en México.

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