OPERATIVO “SORPRESA” En medio del escándalo que atraviesa el gobierno de Maricela Contreras en la delegación Tlalpan, funcionarios de la demarcación salieron a las calles y retiraron 21 puestos ubicados en el cruce de Canal de Miramontes y la avenida Acoxpa. Los puestos fueron retirados de la vía pública bajo el argumento de que vecinos de la zona se quejaban por el ruido y por representar un obstáculo para la movilidad de los peatones que transitan por esa zona. Lo curioso es que los puestos retirados tenían más de 20 años en el lugar y, al parecer, las autoridades delegacionales —que enfrentan una investigación por la extorsión en contra de establecimientos que pagaban fuertes sumas para no ser molestados—, ahora decidieron aplicar sanciones a pequeños negocios que operaban en las calles de la demarcación.

CONTRARRELOJ Aunque estamos por llegar a la primera mitad del mes de julio, todavía no se emite la convocatoria para llevar a cabo la revista vehicular en la que se prometió revisar el estado físico y mecánico de todos los microbuses que circulan en la Ciudad de México. No se sabe para cuándo se vaya a hacer efectiva la medida que fue anunciada con bombo y platillo por la Secretaría de Transportes y Vialidad dirigida por Rufino H. León, pues a estas alturas del año no se ve la forma en la que se puedan revisar más de 20 mil unidades que supuestamente iban a ser sometidas a un riguroso proceso de inspección para garantizar la seguridad de los pasajeros.

QUE SIEMPRE SÍ A 47 días de la desaparición de 12 jóvenes del bar Heaven, la PGJDF admitió que este caso está relacionado con el asesinato de un hombre en el bar Black de la colonia Condesa. Tras negar dicho vínculo en varias ocasiones, ayer el procurador Rodolfo Ríos confirmó que buscan a un ex policía federal identificado como Ricardo Castillo, quien es señalado en las investigaciones que se realizan por el secuestro de los jóvenes y por el homicidio de Horacio Vite en el bar Black. Para colmo, el Comisionado Nacional de Seguridad, Manuel Mondragón, echó más leña al fuego, al advertir en una entrevista televisiva que la delincuencia organizada en la ciudad se está desbordando, un señalamiento que el procurador capitalino, Rodolfo Ríos, trató de esquivar diciendo que no había visto la tele.