Los besos anti amor

OPINIÓN 12/06/2013 00:00 Actualizada 00:00

Un beso puede ser el mejor inicio o el final de una relación. Pocas veces nos damos cuenta de lo poderoso que es este rasgo humano con el cual demostramos nuestros sentimientos hacia los demás.

Hay besos para todo tipo de relaciones: familiares, amorosas, amistosas, sociales (como el que se da cuando dos personas que no se conocen se presentan por primera vez) y hasta para cada ocasión.

Tan importante es esta muestra de afecto y amor que hay una ciencia que se encarga de su estudio: la filematología, la cual investiga sus orígenes, los cambios de significado de éste a través de la historia, sus tipos y clasificación así como los elementos que intervienen en él junto con las reacciones físicas y mentales que produce en los humanos.

De acuerdo a esta ciencia, en el beso intervienen los sentidos del gusto, el tacto y el olfato, y cada uno produce una reacción emocional y química en las personas que es capaz de cambiar su estado mental al combinarse las sensaciones de los tres sentidos.

Además, muchas investigaciones serias han dejado claro que las sustancias que contiene la saliva son de ayuda para evaluar si la pareja que besamos es la idónea, pues cuando besamos a la persona correcta se reducen los niveles de cortisol y las de la hormona del estrés, aumentando la oxitocina, también llamada hormona del amor y el apego.

En la importancia del beso hay tres factores básicos: uno es que tanto en hombres como en mujeres ayuda al deseo sexual, que se alimenta por la testosterona; el segundo es que regula el amor pasional y obsesivo ya que se vincula a una actividad elevada de dopamina, estimulante natural que genera sensación de bienestar; y tres, controla el apego y permite a una pareja permanecer unida el tiempo necesario para procrear hijos.

De acuerdo con estudios de psicobiología, el beso está considerado como una estrategia evolucionada de cortejo en los seres humanos; tan es así que el primer beso que damos a una pareja potencial puede servir para incrementar o perder el interés por dicha persona.

Hoy se sabe que la experiencia del beso es similar tanto en hombres como en mujeres, pero el género sí tiene que ver con la forma en que se valora éste haciendo diferente el hecho de besarse entre ambos sexos.

Es decir, hombres y mujeres se besan por distintas razones de manera frecuente. Pese a que para ambos es un acto altamente romántico (sobre todo el beso de pareja), para las mujeres el beso es más importante en todas las fases de la relación.

Mientras para la mayoría de los hombres el beso es por lo regular el preámbulo de un contacto sexual o bien una manera de hacer las paces, para las mujeres es una estrategia para conocer el estado de la relación y así evaluar el nivel de compromiso de su pareja. Tal como lo decía Mafalda: “La flor sin agua se muere, el amor sin beso se va”.

De hecho, se sabe que hay muchas fuerzas que pueden conectar románticamente a dos personas, pero el beso y en particular el primero que se da puede romper muy fácilmente el vínculo.

Por ello, la evaluación que una persona hace del primer beso que recibe de una posible pareja interviene fuertemente en la decisión de continuar o no la relación; si el beso no fue bueno, con mala técnica, demasiado agresivo o en exceso tímido, la probabilidad de que esa persona sea considerada mal amante es alta.

Por el contrario, un beso firme, seguro, apasionado y con buena técnica hace que otros factores de la personalidad sean evaluados más condescendientemente.

De igual manera, si la pareja deja de besarse con pasión y se pasa a los besos corteses, muy probablemente esa pareja ha caído en la rutina, el aburrimiento o el desinterés.

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