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OPINIÓN 12/03/2014 05:00 Actualizada 05:00

FUERA DE LA CHAMBA Después de que Daniel Trujillo Pérez, un elemento de la PGJDF fuera capturado como parte del grupo que transportaba más de cuatro millones de dólares en la delegación Coyoacán, el procurador capitalino Rodolfo Ríos Garza trató de evadir el asunto de una manera por demás inocente, al señalar que el arresto se dio cuando el integrante de la corporación se encontraba en su día de descanso. Según Ríos Garza, la dependencia a su cargo no tiene reportes de conductas ilícitas del elemento, que fue aprehendido por autoridades federales. Las declaraciones del procurador recordaron las que realizó hace 10 años el entonces titular de la PGJDF, Bernardo Bátiz, quien intentó desmarcarse del caso de un subdirector de la Procuraduría detenido en flagrancia mientras participaba en un secuestro. En aquella ocasión, Bátiz argumentó que el elemento de la corporación se encontraba fuera de horas de oficina cuando fue capturado.

 

ATENCIÓN ESPECIAL Donde ya se capacitaron para enfrentar casos en los que niños y jóvenes acudan a marchas es en la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal. La dependencia, a cargo de Jesús Rodríguez Almeida, oficializó ayer el protocolo que se seguirá en estos casos, al retomar las recomendaciones realizadas por la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal. Según las autoridades, el protocolo tiene el objetivo de garantizar la seguridad y los derechos de los menores en otros casos como conciertos y concentraciones masivas. Para esto, también se capacitó a 100 elementos de la secretaría, que también retomó la experiencia de lo ocurrido en tragedias como la de la discoteca New’s Divine, donde varios jóvenes y policías murieron en el año 2008 durante un operativo fallido.

 

UNO MÁS Ayer se volvió a registrar otro robo a joyerías ubicadas dentro de centros comerciales. En esta ocasión, un hombre fingió ser un cliente y escapó a toda velocidad con tres anillos que le mostraron en un negocio de Plaza Universidad, en la delegación Benito Juárez. En esta ocasión, el robo se cometió sin violencia y se sumó a la cadena de atracos a joyerías que al parecer está de moda.

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