Sana alimentación del bebé

OPINIÓN 11/10/2013 05:00 Actualizada 05:00

Una madre con experiencia sabe que los primeros dos años de vida del niño son especialmente importantes, algo que una primeriza debe aprender, como que la nutrición adecuada en esta etapa ayuda a crear buenos hábitos de alimentación.

Los especialistas coinciden en que con una buena comida se logra fortalecer y mantener la salud del bebé, al evitar el desarrollo de obesidad y prevenir padecimientos como la anemia.

El menú esencial

Para cubrir las necesidades nutrimentales del nene y asegurar su sano desarrollo, a partir de los seis meses de edad, la lactancia materna se debe complementar con la introducción progresiva de nuevos alimentos, indican.

Es tan importante, que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que el pequeño reciba alimentos complementarios con una frecuencia de dos a cuatro veces al día, a partir de los seis meses y de acuerdo con cada etapa de su desarrollo.

En este campo de la vida, “la alimentación complementaria debe apegarse a los criterios de consistencia, cantidad, variedad y frecuencia adecuadas, para brindar al bebé los nutrimentos necesarios que complementen los que obtiene a través de la leche materna”, indica Claudia Barbabosa, medical marketing de Gerber.

Ante estas necesidades, señala: “Hemos creado el Plan de Alimentación por Etapas Gerber, una sencilla guía que ayuda a las mamás a conocer qué, cómo, cuánto y cuándo debe dar a su pequeño en cada una de las etapas de su desarrollo para mantenerlo saludable”.

Importancia de la alimentación

A partir del nacimiento y durante su primer año de vida, el pequeño tiene un crecimiento físico acelerado, así como el desarrollo de su función cognitiva. La calidad de la alimentación que reciba en esta primera fase influye no sólo a nivel nutricional, sino también en su bienestar integral.

Existen ciertos nutrimentos clave que deben estar incluidos en la alimentación complementaria del bebé; tal es el caso del hierro, que contribuye a prevenir la anemia y cuya deficiencia disminuye las reservas del bebé, con consecuencias a largo plazo.

Los alimentos complementarios ideales para los niños son aquellos ricos en nutrimentos como el hierro, zinc, calcio, vitamina A, vitamina C y ácido fólico. Para asegurar que el nene reciba todo lo que necesita para su sano desarrollo, es importante ofrecerle una dieta variada y equilibrada que incluya frutas y verduras, cereales, además de leguminosas y alimentos de origen animal.

Actualmente, existe una gran variedad de alimentos infantiles adecuados para ayudar a las mamás en la transición de la leche materna a la dieta de la familia.

La despensa saludable

Estos alimentos deben proporcionar gradualmente texturas y sabores de acuerdo con la madurez del bebé; de hecho, y según Barbabosa, las papillas Gerber están hechas en porción, ingredientes y textura específicos para cada etapa del crecimiento del pequeño, de los seis hasta los 36 meses de edad y están fortificadas con hierro, ácido fólico, vitamina C y zinc, para prevenir la deficiencia de estos nutrimentos esenciales y apoyar su desarrollo físico y mental.

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