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OPINIÓN 11/10/2013 05:00 Actualizada 05:00

LEONEL, EL CAZA-RECURSOS La semana que concluye el jefe delegacional en Álvaro Obregón, Leonel Luna se vio muy interesado en que la Federación entregue a la de ya, recursos extras, que aunque sean de los programas de la Cruzada Contra el Hambre, se puedan aplicar a otros rubros. Incluso Luna, en su afán por manejar más dinero, acusó a su compañera de partido, la delegada en Gustavo A. Madero, Nora Arias, de impedir que se apliquen los recursos, porque no acepta la forma cómo se van a distribuir. A Luna, al parecer, no le importa si el PRI, utilizando el argumento de terminar con el hambre haga del clientelismo la forma para “ayudar a la gente”. Al final, lo que se pide es que los fondos se entreguen de forma transparente y ante los ojos de todos, no en lo oscurito, como lo quiere hacer la Secretaría de Desarrollo Social.

GOBIENRO INCAPAZ A últimas fechas, el gobierno del municipio de Nezahualcóyotl ha tenido que gastar mucho dinero en sus habitantes, dinero que no está prepuestado y que seguramente le representa una merma a la administración pública. Y es que cuando una autoridad no puede prevenir, debe cubrir su incapacidad para “tapar algunos hoyos” con dinero. Es el caso del programa echado a andar para instalar localizadores satelitales en los autos de los vecinos. La policía de Neza no puede brindar la seguridad para que no se roben un auto, entonces el gobierno debe pagar para que los autos que sean robados, sean localizados. La autoridad de Neza no puede garantizar que no haya inundaciones, entonces debe pagar para que los vecinos compren muebles y electrodomésticos que se dañen o queden inservibles cuando el agua anegue sus casas. Al parecer el de Neza, es un gobierno que sólo administra y busca que las cuentan le cuadren. Lo grave es que ya se le acabó el dinero.

RECINTO POLÉMICO La Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal concluyó que el gobierno capitalino, el de la delegación Azcapotzalco, la Seduvi y hasta la policía violaron los derechos de los vecinos de la Arena Ciudad de México, cuya construcción incluso dañó un pozo de agua potable.

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