Con la iniciativa de reforma hacendaria, al igual que con la energética, una cosa es lo que dice su publicidad engañosa y otra muy distinta su verdadero contenido. Con el proyecto enviado a la Cámara, en materia de energía, las utilidades del petróleo serían compartidas con las grandes trasnacionales, que competirían directamente con Pemex para la explotación de nuestros yacimientos, a través de los contratos (en realidad concesiones) que estaría licitando la Secretaría de Energía.

Es por eso que el cambio de régimen fiscal para Pemex beneficiaría a los privados, quienes dejarían de pagar impuestos. Así, la pérdida de ingresos para el país se pagaría mediante gasolinazos. Pregunto: ¿no que bajaría el combustible?

Seguro quieren aplicar lo mismo que hicieron en el 2008: subieron el IVA de 15 a 16% hasta el 2010, no inmediatamente. Esto mismo estarían planeando para después del 2015. Igual que tasarlo en alimentos y medicinas.

Así como la reforma educativa, que es en la práctica una reforma laboral que desconoce los derechos de los trabajadores, a la hacendaria pretenden disfrazarla de reforma social. Pero es falso que recoja planteamientos de la izquierda.

Veamos: la supuesta eliminación del régimen de consolidación fiscal es mentira, sólo le cambiaron de nombre a integración fiscal. La “consolidación” ha sido el mecanismo que han usado los grandes empresarios para la elusión fiscal, al compensar la contabilidad de las empresas que obtienen grandes utilidades, con otras que supuestamente reportan pérdidas enormes.

Por otro lado, tampoco se elimina el IETU ni el IDE, también les cambian de nombre y los esconden en la Ley del ISR. De tal forma que las personas físicas pagarían más ISR.

El proyecto contempla, entre otras cosas, el seguro al desempleo, mismo que sería financiado mediante una “mochada” al Infonavit.

O sea, al 5% del salario base del trabajador, que aporta el patrón para la subcuenta de vivienda, le quitarían para el seguro al desempleo 3% de las aportaciones patronales, quedando con tan sólo 2% para vivienda. Con esta medida indudablemente se encarecería la posibilidad de pagar la hipoteca, a la que, además, le cargarían el IVA.

Insisto, no te vayas con la finta.