El día que entregamos el petróleo

OPINIÓN 11/08/2014 05:00 Actualizada 05:00

Cuando el presidente Peña Nieto promulgue hoy las leyes reglamentarias de la reforma energética, terminará un proceso de casi 30 años que finalmente abrió la producción de petróleo y electricidad al capital privado nacional y extranjero.

Para sus impulsores, el grupo de tecnócratas que ha gobernado durante las presidencias de Miguel de la Madrid, Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y ahora Peña Nieto, es la panacea hacia la modernidad y el crecimiento del país.

Priístas y panistas ya indistinguibles, todos ellos vinculados al poder económico nacional, y supeditados con él a un proyecto estadounidense de dominación que asigna a nuestro petróleo el papel de garante de su seguridad energética, no de la nuestra, han operado un cambio radical que nos sacudirá, según ellos para bien, aunque muchos pensamos que para mal.

Ese cambio radical marca el fin del proyecto nacional surgido de la Revolución y limita, si no es que nulifica, el manejo soberano, siempre en función del interés nacional, de recursos estratégicos como el petróleo.

Es cierto que desde una perspectiva estrictamente técnica, necesitamos herramientas tecnológicas con las que no contamos, para extraer y beneficiarnos de toda esa riqueza. Pero para esa tecnología ¿era necesario entregar su producción y la renta?, ¿era inevitable aceptar una imposición geoestratégica estadounidense?, ¿era irreversible mantener el esquema exportador de la materia prima en lugar de transformarla para nuestro propio desarrollo?

En lo personal, creo que no y estoy de acuerdo con que la reforma energética se someta a una consulta nacional que eventualmente la revertiría si nos atenemos al pensamiento de una mayoría, expresado en múltiples sondeos, que parece no estar de acuerdo con la reforma pero que permanece silenciada quién sabe por qué desencantos.

Instantáneas

1. PROTESTA. El sueño guajiro de ser candidato presidencial parece desmoronársele al gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle. Grupos de poblanos realizaron ayer la primera de las varias marchas de protesta anunciadas contra la represión. En el centro del malestar está la muerte del niño José Luis Alberto Tehuatlie Tamayo durante el desalojo de un bloqueo de la autopista Puebla-Atlixco. La marcha de ayer la encabezó la madre de la víctima, quien insiste que el deceso fue provocado por una bala de goma que reventó el cráneo del menor. El gobierno de Moreno Valle ha desmentido el uso de este tipo de armamento y argumenta que la muerte fue ocasionada por un cohetón lanzado por encapuchados infiltrados entre los manifestantes. El procurador de Puebla, Víctor Carrancá, compareció el viernes pasado ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos que realiza una investigación paralela. Ahí reconoció que la tesis del cohetón no es definitiva, pues falta valorar las evidencias presentadas por quienes participaban en la protesta. El asunto crece y amenaza con reventar otras cabezas.

2. REVOCACIÓN. También en Morelos hubo ayer protestas populares que exigen la destitución del gobernador Graco Ramírez. Al término de una marcha en Cuernavaca, la Coordinadora Morelense de Movimientos Ciudadanos (CMMC) informó del acuerdo tomado para llevar a el próximo 5 de octubre un plebiscito revocatorio del mandato del gobernador morelense. Los nulos resultados en seguridad son el principal reclamo de una población que no baja a Graco de mentiroso, pues al tomar posesión aseguró que terminaría con la inseguridad en 18 meses. Están por cumplirse 21 y nada. El problema, por el contrario, se agrava. Mucho se asemeja la situación al año de 1996 cuando Graco, desde la oposición, fue una de las figuras de la política morelense que llevaron a la renuncia al entonces gobernador del PRI, Jorge Carrillo Olea.

3. ¿CAPRICHO? Hoy debe conocerse la iniciativa de ley de educación de Oaxaca. La CNTE concluyó el fin de semana la que, según dijeron, será la que se lleve al Congreso del estado de la mano con el gobierno de Gabino Cué, según los acuerdos tomados por ambas partes durante los últimos meses. Acorralado como está por los maestros, Cué echó mano del presidente de la junta de Coordinación Política del Congreso, Alejandro Avilés, para hacer saber que la legislación no será a capricho de la Coordinadora y no revertirá la reforma educativa aprobada a nivel federal. Dijo que esa soberanía debatirá la propuesta de los maestros, la iniciativa que envíe Cué y las ya existentes. El asunto amenaza con salirse de control.

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