Lo malo de legalizar la mariguana

OPINIÓN 11/03/2014 05:00 Actualizada 05:00

En la actualidad, existe un discurso sesgado y hasta romántico sobre la legalización de la mariguana que promete grandes beneficios, tanto en la lucha contra el crimen como en sus usos médicos. Sin embargo, en la realidad, no se han probado los posibles aspectos positivos y existen muchas dudas de que se puedan obtener o replicar; quedan muchas lecciones por aprender. En todo caso, se necesita más tiempo y más estudios rigurosos sobre los efectos sociales.

Lo que sí tenemos es una serie de evidencias claras de los efectos nocivos de la mariguana sobre la salud que afecta principalmente a las y los adolescentes. Para comenzar: distorsiona las percepciones, entorpece la coordinación, vuelve más difícil pensar y resolver problemas, y causa alteraciones del aprendizaje y de la memoria. Los usuarios que comienzan en la adolescencia y aun si la dejan en la vida adulta, van a tener un coeficiente intelectual hasta ocho puntos menor que aquellos que no la consumieron. Otro riesgo es el desarrollo de psicosis (locura), sobre todo en aquellos con predisposición genética, los que consumen grandes dosis o los que iniciaron a menor edad.

Los efectos no se limitan al área mental, los consumidores de "hierba" tienen más riesgo de sufrir un ataque al corazón, que es de 4.8 veces más en la primera hora después de haber fumado; tienen un doble de riesgo de sufrir un accidente si van al volante y van a tener síntomas y enfermedades respiratorias; por si fuera poco, investigaciones recientes han asociado su uso al desarrollo de un tipo muy agresivo de cáncer de testículo en hombres jóvenes.

En este sentido, la conducta más responsable es la de esperar qué pasa en otros países, así como las condiciones en las que ocurre lo mejor o lo peor.

Y es que aunque en otros lados la estrategia tuviera éxito, eso no significa que aquí suceda lo mismo. Un retrato de nuestro México es el de la impunidad, de leyes que no se respetan y de un gran mercado informal. Tanto el alcohol como los cigarrillos se venden en muchos lugares a menores de edad sin control; a pesar de la prohibición de la venta de cigarros por unidad, es fácil conseguirlos en cualquier puesto callejero o en el propio auto mientras esperamos el siga en esta ciudad. ¿Qué garantías tendríamos de que la mariguana no sea ofrecida a nuestros hijos e hijas adolescentes en los puestos de chatarra fuera de las escuelas?

Aun con un escenario ideal de legalidad y respeto a la ley, lo más probable es que las organizaciones criminales se adapten al precio del mercado formal y ofrezcan mariguana más barata. Por otro lado, si el negocio no les conviene verían la manera de continuar sus grandes ganancias en otros ilícitos más rentables incluyendo otras drogas o la trata de personas.

La legalización de la mariguana también trae consecuencias indeseables como una mayor aceptación social, elemento importante en la decisión de muchas personas como mediador de su conducta. Al ser legal, tampoco hay impedimento a que se realicen mensajes promocionales o campañas publicitarias y los empresarios que se dediquen al negocio, seguramente estarán interesados en obtener el máximo de ganancias, por lo que habrá actividades dedicadas a tener cada vez más consumidores.

En EU ya se comienzan a publicar estudios que muestran que los adolescentes tienen la creencia errónea de que la mariguana es menos peligrosa que el tabaco y cada vez son más los jóvenes que la fuman.

¿Tú, qué opinas?

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