Es complicado regresar a la vida normal después de lo ocurrido el pasado 19 de septiembre en la Ciudad de México.

Así que la sociedad va recuperando la fuerza día a día, con sus miedos y pesares, con recuerdos que nadie podrá borrar de su memoria.

No es diferente en la lucha libre profesional, en particular, la que se promueve en las arenas del Consejo Mundial de Lucha Libre, que ya regresaron a la actividad. Situadas en dos de las zonas más susceptibles de sufrir daños cuando ocurre un terremoto, la arena México y la Coliseo se mantuvieron cerradas durante algunos días.

La primera se negó a morir por completo y abrió sus puertas para recibir acopio, más de 11 toneladas se reunieron en un fin de semana, siendo los enmascarados quienes encabezaron esos esfuerzos.

Se comportaron como verdaderos héroes de carne y hueso, no inmunes al sismo, pero al igual que el resto se armaron de valor. Rudos y técnicos trabajaron codo a codo para llevar comida, ropa y medicinas a varios puntos de la ciudad afectados.

Su turno de regresar al ring fue distinto. Más de uno reconoció que temieron que su trabajo cayera en una crisis mayor, el tiempo sin actividad fue suficiente para que muchos pusieran los pies en la tierra, volar sobre el ring puede hacerlo la mayoría pero lecciones como la recibida por el destino dejó en todos la necesidad de valorar el lugar en que se encuentran, privilegiada para algunos.

Así que ir a las luchas volvió a ser un buen pretexto para olvidar, para gritar, para sacar la angustia, el coraje, la ansiedad. Los estetas se pararon para ser el atajo emocional de la afición. Ellos sacaron de esa forma la energía acumulada por el dolor y la tragedia. La lucha libre es fuerza, es parte de una sociedad lastimada que tendrá que levantarse, consciente de que la del 19 de septiembre pasado no fue la última mala experiencia que vivirán, pero fortalecidos por la esperanza de haber salido bien librados.

Que siga la lucha libre, que siga la vida, los sueños y el andar de una ciudad que no se rinde ante la adversidad, llena de héroes de carne y hueso que saben rifarse sin bajar la cara. 

Buenas luchas!