La próstata y los años del hombre

OPINIÓN 10/10/2013 05:00 Actualizada 05:00

Un tema de importancia pero del que se habla poco o en voz baja tiene que ver con que más de 50% de los hombres de 60 años experimentan los síntomas de agrandamiento de la glándula prostática.

Al sumar una o dos décadas más, casi todos los hombres experimentan síntomas, como chorro débil de orina, dificultad para empezar a orinar, micción interrumpida en la que la orina se detiene y vuelve a salir, y la necesidad urgente de orinar.

Mayo Clinic Health Letter indica que son cambios de la glándula prostática propios de la edad y echa una mirada a la manera de encontrar alivio a lo que médicamente se conoce como hiperplasia prostática benigna.

Esa glándula del hombre

La próstata se encuentra bajo la vejiga y rodea la uretra, a través de la cual sale la orina. Después de la pubertad, alcanza el tamaño de una nuez, pero al envejecer el hombre puede crecer y presionar la uretra, interfiriendo con el flujo de orina.

Con el agrandamiento leve de la glándula prostática, hay hombres que apenas muestran síntomas y posiblemente no requieran tratamiento inmediato. Los estudios han demostrado que hasta una tercera parte de los casos leves se soluciona sin tratamiento.

Pero cuando se requiere tratamiento, éste se centra en disminuir los síntomas problemáticos y recuperar el funcionamiento normal de las vías urinarias. Existen alternativas medicamentosas para los hombres con síntomas entre leves y moderados:

* Alfa bloqueadores, fármacos que relajan los músculos del cuello de la vejiga y fibras musculares de la próstata. Ayudan a aumentar el flujo de la orina y reducir la necesidad de orinar con frecuencia. Los medicamentos de esta categoría son varios.

* Inhibidores de la enzima (5-alfa-reductasa), medicamentos para encoger el tejido prostático y generalmente funcionan mejor en las próstatas más agrandadas.

* Tadalafilo, para la disfunción eréctil y acaba de recibir autorización para el tratamiento de los síntomas de agrandamiento prostático.

Cosas del médico

Cuando los medicamentos no surten efecto o los síntomas son entre moderados y fuertes, la cirugía es la alternativa disponible y algunos hombres la prefieren.

Las cirugías más conocidas extirpan el tejido prostático que obstruye el flujo de la orina. Algunas plantean riesgos como perder el control sobre la vejiga e impotencia.

Las alternativas quirúrgicas incluyen las siguientes:

* Resección transuretral de la próstata, consiste en abrir el canal hasta la próstata a fin de aliviar la obstrucción. Después de la operación, la mayoría de hombres tiene un chorro más fuerte de orina. Esta operación requiere una permanencia corta en el hospital.

* Extirpación abierta de la próstata (prostatectomía simple), consiste en la extracción de la porción interna de la próstata, bien sea a través de una incisión en la parte inferior del abdomen o de aberturas más pequeñas cuando se realiza mediante laparoscopía o cirugía asistida por robot.

* Terapias de invasión mínima, procedimientos que utilizan distintas formas de calor o energía para encoger o extirpar el tejido prostático excesivo que rodea la uretra, o para agrandar la abertura desde la vejiga.

Estos procedimientos normalmente se realizan como cirugías ambulatorias.

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