Al inicio de la actual administración, el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, propuso un proyecto sólido y con visión de futuro para la trasformación de la Nación. Una de las primeras acciones de gobierno fue la firma del Pacto por México, un acuerdo de agenda pública consensuado con las principales fuerzas políticas del país.

El Congreso de la Unión fue un actor fundamental en la materialización de dicho proyecto. En el Senado de la República, se analizaron y debatieron cada una de las reformas estructurales. Hoy les puedo afirmar que los cambios realizados a nuestro marco jurídico e institucional ya están dando los primeros resultados.

Así lo afirmó en su tercer informe de gobierno el titular del Ejecutivo Federal al dar cuenta de los avances alcanzados, de los cuales me permito destacar los siguientes:

El número de homicidios fue 24.3% menor al de 2012, y la Tasa de Incidencia Delictiva Total del Fuero Común, por cada 100 mil habitantes, fue de mil 328, la segunda más baja en los últimos 17 años.

Se redujeron las carencias sociales entre los beneficiarios de la Cruzada Nacional Contra el Hambre, el 57.5% superó la carencia alimentaria. Por otra parte, aumentó la cobertura del Programa PROSPERA que hoy respalda a 6.1 millones de familias.

El Estado ha recuperado la rectoría de la educación y la Reforma Educativa se aplica en todo el territorio nacional. Está mejorando la infraestructura educativa, el número de Escuelas de Tiempo Completo se ha triplicado, hay más estudiantes beneficiados con una beca y miles de docentes son evaluados.

Se han generado poco más de un millón 400 mil empleo formales, la cifra más alta para la primera mitad de los últimos cuatro sexenios, disminuyendo la tasa de informalidad en 1.6 puntos porcentuales, mientras que la tasa de desocupación se ubicó en 4.7% de la PEA, el nivel más bajo para un mes de julio desde 2008.

México fortaleció sus relaciones diplomáticas, comerciales y culturales con países de Europa, Asia y de América Latina, principalmente.

Para dar continuidad y fortalecer el proyecto transformador, el Presidente de la República anunció una serie de medidas que permitirán fortalecer el Estado de Derecho, combatir la pobreza y desigualdad, desarrollar una mayor infraestructura, mejorar la educación y la cultura, atender zonas prioritarias y mantener la estabilidad macroeconómica del país.

La primera mitad del sexenio muestra avances notables, sin embargo, estoy consciente que los buenos resultados aún no llegan a toda la población. Tenemos temas pendientes en materia de transparencia y combate a la corrupción, en la inclusión plena de los jóvenes en la vida política y económica, en la reducción de la pobreza, pero sobre todo, en el fortalecimiento de la economía como eje rector del desarrollo nacional.

Como Senadora de la República, continuaré trabajando para impulsar las iniciativas que coadyuven a materializar políticas públicas que permitan el mejoramiento del bienestar de las familias mexicanas. Ese es mi compromiso en la actual legislatura.