Accidentes provocados

OPINIÓN 10/09/2014 05:00 Actualizada 05:00

Durante las últimas semanas, en distintos estados de nuestro país se han suscitado accidentes catastróficos que han contaminado de manera severa el medio ambiente, con graves consecuencias para la salud de los habitantes. Sin duda, el más publicitado ha sido el derrame de millones de metros cúbicos de ácidos y minerales en los ríos Bacanuchi y Sonora, ocasionado por la mina Buenavista de Grupo México, en el estado de Sonora que, según el secretario de Medio Ambiente federal, Juan José Guerra, es “el peor desastre ambiental en la industria minera del país de los tiempos modernos”.

Sin embargo, también Veracruz, Tabasco, Nuevo León, Durango, Jalisco y Sinaloa han sido víctimas de la negligencia o complicidad de las autoridades y las empresas. En Veracruz, se trata de la fuga de gasolina a causa de la toma clandestina en un ducto que originó la contaminación de más de 2 kilómetros del Arroyo Hondo en Tierra Blanca, donde el agua quedó teñida de rojo, y tanto flora como fauna acuática y terrestre yacen en medio del ecocidio.

En Tabasco, otra fuga de gasolina, también en toma clandestina de ductos de Pemex, en el ejido Pico de Oro de Huimanguillo, se propagó por tres hectáreas de la zona. En Nuevo León, de igual manera se reporta un derrame de petróleo en la cuenca del Río San Juan estimado en 4 mil barriles de crudo, provocado por tomas clandestinas de los ductos de Pemex, con lo que se pone en riesgo la presa El Cuchillo, principal abastecedor de agua de Monterrey.

En Durango, en el mismo mes de agosto se registró un derrame de 2 mil metros cúbicos de solución de cianuro, a causa de la mina Proyecto Magistral en el municipio de El Oro. En Jalisco, en la Laguna de Cajititlán se encontraron miles de peces muertos al igual que en Mazatlán, Sinaloa, en el estero El Infiernillo.

¿Serán acaso coincidencias o accidentes provocados por el mismo gobierno para tratar de vender el territorio más barato... y creerán que sin resistencia?

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