Obesidad, maldición social y médica

OPINIÓN 09/10/2013 05:00 Actualizada 05:00

Un bebé gordito era visto hasta hace relativamente poco como un niño sano e incluso bello, todo se reducía a una preocupación estética, pero hoy se sabe que la obesidad y el sobrepeso son una pareja letal.

Algunos agentes de la gordura son poco conocidos, campo en el cual la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en su estudio The state of food and agriculture 2013 alerta que la fructuosa es una de las principales responsables del problema de peso.

En México, la tendencia actual es la de consumir menos azúcar, principalmente porque es un país que consume mucho refresco endulzado con fructuosa, y esa puede ser una de las explicaciones del aumento de la obesidad en la población.

Una báscula científica

El mal de los kilos afecta a muchos países, entre ellos México, y científicos como José J. Ordaz Ortiz señaló en un seminario del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) que se ha observado cómo la fructosa, usada para sustituir el azúcar, es responsable de la crisis de obesidad, dado que provoca desórdenes bioquímicos en el organismo.

De acuerdo con estudios como los encabezados por Robert Lustig, profesor de la Universidad de California, se ha descubierto que la fructuosa es más dañina que la glucosa, porque genera problemas de triglicéridos y no tiene la capacidad de enviar una señal al cerebro para indicar saciedad, por lo que se crea adicción.

En el Cinvestav, Ordaz Ortiz explicó que la fructuosa tiene un mecanismo metabólico específico y uno de sus problemas clave es que produce siete veces más ácido úrico en comparación con la glucosa, porque se ahorra pasos enzimáticos en el organismo.

El científico señala que este edulcorante tiene el inconveniente de producir tejido adiposo causante de obesidad, por lo que su consumo excesivo provoca efectos muy graves como hígado con ácido graso, triglicéridos elevados e inflamación.

Alerta sanitaria

Estos problemas, agregó, pueden ser precursores de otros desórdenes, entre los que tenemos el síndrome metabólico, asociado a problemas de insulino-resistencia, presión alta y estrés oxidativo, que para muchos científicos es la causa de la diabetes tipo 2.

En el seminario se mostraron datos de la OMS que indican que en México más de 60% de la población tiene sobrepeso y obesidad, pero se precisó que no es un fenómeno exclusivo del país porque Francia, EU, Alemania y Egipto, entre otros, también lo padecen.

El problema de obesidad no es nuevo, empezó en los siglos XVI y XVII, cuando las personas tuvieron la capacidad económica de comprar y poner azúcar en su dieta, pero se agudiza entre 1930 y 1940, cuando se cambia el azúcar de caña por jarabe de maíz con alta fructosa como endulzante.

Los incrementos de obesidad, dijo Ordaz Ortiz, se dispararon cuando Estados Unidos dejó de comprar azúcar de caña y lo sustituyó por jarabe de maíz para producir su propio endulzante.

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