Satisfacción sexual en pareja

OPINIÓN 09/08/2013 05:00 Actualizada 05:00

Una de las preocupaciones más comunes en las parejas es saber cómo satisfacer al otro, lo que erróneamente es pensado para asegurar que la persona se quede a nuestro lado.

Expertos en sexualidad humana como Manuel Turrent, sicoterapeuta sistémico, aseguran que el primer requisito para satisfacer a la pareja es pasarla bien uno mismo. “Si no me siento bien y no estoy disfrutando no puedo hacerlo por los demás, porque eso se transmite, si yo me siento bien con mi sexualidad trasmito eso, y con ello es más probable que mi pareja también disfrute más fácilmente”.

Para ello, menciona, es importante hacer sentir a la pareja relajada y confiada, y esto se logra poniendo más atención en las virtudes que en los defectos, “por ejemplo, si no está de acuerdo con su cuerpo y yo me concentro en esa parte, el sexo no se disfruta, pero si veo cuáles son las virtudes emocionales, las físicas, las intelectuales y sexuales como si es muy buena en el apapacho, hacer énfasis en el apapacho, al concentrarme en las virtudes de la pareja y en las propias me hago consciente de ellas y se crea un clima de satisfacción para ambos”.

Pero para llegar a ello hay que pasar por la autoexploración y el autoerotismo que son importantísimos, asegura, porque si uno no se conoce, ni sabe qué le gusta, ni sabes disfrutar de la sexualidad, es imposible poderlo pedir. Y con tu pareja tienes que hacer lo mismo, pedirle, preguntarle.

Por eso asegura que no hay un manual que te diga cómo acariciar y tener relaciones, eso es adaptable a cada persona. El manual somos nosotros mismos, por eso tenemos que preguntar. “El buen amante es el que en cada encuentro sexual busca descubrir nuevas geografías, posibilidades e ideas. Las parejas que llegan a una rutina sexual y las que creen que todo lo saben y que cada relación es igual a la anterior, no tienen buen sexo”.

Hay que saber, dice, que ni siquiera los orgasmos son iguales, las caricias hasta con la misma pareja, pueden ser diferentes, por eso cada encuentro sexual es eso, un nuevo encuentro y todo debería ser visto como nuevo para hacerlo mucho más gratificante porque pensamos que cada vez estamos descubriendo una nueva posibilidad sexual.

Las pareja que llevan mucho tiempo juntas tienen que luchar con la rutina y aquí hay un trabajo importante de romper esquemas, yo coincido con los que piensan que no deberías de ver a tu pareja desnuda si no es en un momento de intimidad sexual, porque cuando te acostumbras a verla así ya no es fácil erotizarse y porque ese recurso se vuelve parte de la cotidianidad.

Además, otra cosa fundamental es no tener relaciones sexuales cuando no se tiene deseo. “La relación sexual tiene que venir de un tema de deseo porque si no, no hay satisfacción. Debemos saber que con la evolución del hombre el cerebro se fue transformado y llegó al punto de segregar dopamina y testosterona para generar deseo, ya que con estos químicos aparece. Para activar estos químicos hemos descubierto que es mejor, por ejemplo, poner cierta distancia, que de pronto la pareja se separe por unos días, ya sea con vacaciones separadas o por trabajo.

También el deseo sexual se mantiene al tener actividades juntas o separadas que generen adrenalina, ya que con ésta se generan también las sustancias que se requieren para el deseo. Por ello, explica, las parejas que hace deportes extremos, que viajan juntos a lugares exóticos y que de vez en cuando salen por su cuenta ayudan a que se genere deseo.

“Claro que esto no es fácil y hay que trabajar y hacer citas románticas, no rutinarias. Muchos creen que hacer cita quita lo espontáneo, pero aún los adolescentes que tiene la hormona hasta el tope hacen planeación: a dónde van a tener la relación sexual, cuándo se pueden ver, etcétera. En cambio, las personas que tiene en la casa a su pareja, creen que con voltearse ya el otro tiene deseo, y eso no es así. Hay que generar el ambiente”, explica.

Por eso, explica, no hay que dejar todo a la biología hay que ayudarla con la intención. La sexualidad, igual que la mente y las emociones, nunca se acaba de conocer. Ahí es donde en realidad radica la creatividad, cómo enfrentar la sexualidad en cada etapa, cada día.

 

 

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