Jaque a Fausto

OPINIÓN 09/04/2014 05:00 Actualizada 05:00

Los jugadores de ajedrez saben que perder la reina es quedar en absoluta desventaja, si no es que en inminente jaque mate, frente al adversario. El símil aplica en Michoacán, ahora que el de por sí acotado gobernador Fausto Vallejo perdió a su Reyna, secretario de Gobierno y mandatario interino durante su ausencia por enfermedad, quien el viernes pasado fue detenido y presentado a la PGR por sus presuntos vínculos con Los Caballeros Templarios.

Jesús Reyna, coordinador de la campaña de Vallejo, fue arraigado el sábado por 40 días. El procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, quien mucho ha cuestionado la recurrencia a esa medida cautelar, tuvo que solicitarla para fincar con solidez la acusación.

Pero el lunes pasado, el juez federal Gilberto Romero Guzmán concedió a Reyna una suspensión provisional en vía de amparo lo que no significa —según los juristas consultados— una liberación inmediata. El otorgamiento definitivo o el rechazo del amparo se determinará cuando la PGR informe de su indagatoria al juez y éste la estudie y resuelva.

Pero esta suspensión provisional despertó suspicacias. Vino de inmediato a la memoria el lamentable michoacanazo de Felipe Calderón ocurrido el 26 de mayo de 2009 con la detención de 11 presidentes municipales del PRI y el PRD, libres todos, finalmente, al no comprobárseles su relación con el narcotráfico.

Ese mismo lunes, en una inusual declaración en la sala de prensa de la PGR, el procurador Murillo Karam dijo que se contaba con suficiente evidencia de que Reyna se había reunido con Los Templarios y que no era el único. Una especie de “vacuna” ante la posibilidad de que, “por falta de méritos”, el ex secretario de Gobierno obtenga el amparo definitivo y se desvíe la investigación hacia otros funcionarios.

Por eso ayer, en su enésima gira a Michoacán, Enrique Peña Nieto decía desde Morelia que su gobierno no politizará el tema de la seguridad, en tanto que el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, aseguraba que contra Reyna se procederá si hay fundamentos, y descartaba que estuviéramos ante otro michoacanazo.

Cuando el gobernador Vallejo enfermó y pidió licencia temporal, la recomendación médica y la decisión personal apuntaba a que el permiso fuera definitivo. Desde Los Pinos, sin embargo, se ejerció mucha presión para que Fausto regresara. Mucho se les hubiera complicado la operación en Michoacán si antes de que se cumplieran dos años de gobierno, el interino, a la sazón Reyna, hubiera tenido que convocar a elecciones.

Con Fausto de regreso no solamente se cumplió el plazo que impide convocar a nuevas elecciones, sino que se abrió el espacio para nombrar al comisionado Alfredo Casillo para tomar el control de la situación.

Vallejo, entre tanto, se percibe cada vez más como un títere del gobierno federal. En términos prácticos está al borde del precipicio y ya sin su Reyna. Si contra éste no encuentran fundamentos se va a armar la gorda, y si encuentran, también.

En ambos casos la situación se torna ingobernable por la desconfianza. En cualquiera de los dos escenarios Vallejo está bajo sospecha. Nadie podría creer que no sabía el proceder de su operador político de más confianza. Y si éste tomó acuerdos turbios para ganar la elección, ésta por lo tanto es ilegal. Fausto Vallejo está en jaque. Y poco falta para que sea mate.

Instantánea

1. METRO. Expectativa generó la comparecencia del director del Metro, Joel Ortega Cuevas, con los diputados de la Comisión del DF. Lo recibió Manlio Fabio Beltrones, quien lo acompañó hasta el sitio del encuentro. De ahí al consenso que ha empezado a trabajar el GDF de que no se olvide la opinión pública que las 11 estaciones del tramo elevado de la Línea 12 se cerraron para mantener la seguridad de los usuarios, que es la prioridad.

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