Violencia política y civilidad

Martí Batres

OPINIÓN 09/01/2018 12:58 Martí Batres Actualizada 12:58

De tres años a la fecha, los eventos de Morena han sido acosados, violentados y reventados por grupos afines a los gobiernos delegacionales del PRD. 

Lo ocurrido el pasado 3 de enero en Coyoacán fue la gota que derramó el vaso.

Ejemplos de violencia hacia los actos de Morena sobran:

11 de abril de 2015.

En la colonia Forestal, de la delegación Cuauhtémoc, un grupo de perredistas impidió la realización de una asamblea informativa encabezada por Andrés Manuel López Obrador.

20 de febrero de 2016.

En el marco de la campaña por la Asamblea Constituyente, en la colonia Romero Rubio, de Venustiano Carranza, un grupo de perredistas agredió a militantes de Morena.

3 de abril de 2016.

En la colonia Juan González Romero, de Gustavo A. Madero, otro grupo agredió a miembros de Morena e impidió la realización de un acto público.

5 de mayo de 2016.

Bertha Luján fue agredida en una asamblea que se realizó en Santo Domingo, Coyoacán, por un grupo de personas que se presentaron al lugar para quemar lonas e impedir la realización del acto.

1 de junio de 2016.

Las oficinas de Morena en Coyoacán fueron allanadas y robadas.

22 de marzo de 2017.

El gobierno delegacional de Coyoacán impide la realización de una asamblea informativa de Morena a las p uertas del Colegio de Bachilleres 4 montando un espectáculo en el mismo lugar.

17 de mayo de 2017.

Fue robada por segunda ocasión la oficina de Morena en Coyoacán.

7 de julio de 2017.

Un grupo afín la delegación Iztapalapa impide un acto de Morena en los alrededores de Cabeza de Juárez.

16 de julio de 2017.

Un grupo del PRD impiden acto de Claudia Sheinbaum en Iztacalco.

27 de julio de 2017.

La delegación Gustavo A. Madero impide un acto de Claudia Sheinbaum mediante la clausura del salón de eventos donde se realizaría.

15 de diciembre de 2017.

Un grupo y funcionarios de la delegación Coyoacán agrede un evento de Morena encabezado por Andrés Manuel López Obrador.

Todos estos hechos fueron denunciados oportunamente. Sin embargo, se mantienen impunes.

Evitar este tipo de incidentes no depende de la firma de un Pacto de Civilidad, sino de que el gobierno cumpla sus obligaciones, entre las que se encuentran ser garante del ejercicio de derechos y libertades por parte de partidos y ciudadanos reconocidos en la Constitución de 1917 que es, de forma primigenia, el gran pacto de civilidad de los mexicanos.

Resulta penoso que esto ocurra en la capital del país, históricamente reconocida por ser un espacio de libertades. La lucha es porque la ciudad vuelva ser referente de democracia y libertad.

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