Feudalismo honesto en la Venustiano Carranza

LEO AGUSTO

OPINIÓN 08/11/2017 10:14 LEO AGUSTO Actualizada 10:14

Ayer, la Suprema Corte de Justicia de la Nación destituyó al jefe delegacional Israel Moreno Rivera por desacato a una sentencia de amparo en materia laboral. La guillotina también cayó sobre su antecesor y actual diputado en la ALDF, José Manuel Ballesteros, quien enfrentará un juicio de procedencia en la Cámara de Diputados para encarar el litigio, sin fuero que le cobije. Ambos personajes, Moreno y Ballesteros, son subordinados de Julio César Moreno, capo de la corriente perredista que tiene secuestrada desde 2006 la delegación Venustiano Carranza. 

Israel Moreno Rivera no fue destituido por usurpación de profesiones al ostentarse como “licenciado” en Derecho sin contar con cédula profesional, hasta que lo cacharon en la trampa. Su hermano Julio César tampoco cayó cuando se hicieron públicos sus supuestos nexos con el delito de trata de personas en La Merced. Así lo señaló Pancho Garfias en su columna Arsenal del 25 de marzo de 2015, en el periódico Excélsior, cuando el perredista fue ungido como presidente de la Cámara de Diputados gracias al respaldo del PRD, específicamente de la ‘tribu’ comandada por Jesús Ortega conocida como ‘Los Chuchos’. 

Días más tarde de la publicación de la columna “El incómodo presidente de la Cámara de Diputados”, Garfias fue asaltado a mano armada afuera de la casa de una amiga en la colonia Roma. Al son de “si gritas, te mato” ambos fueron bajados del auto y despojados de sus pertenencias. Hoy es inevitable pensar en que ambos hechos están relacionados. Tocará a la PGJ capitalina realizar las indagatorias y atar los cabos sueltos ahora que los hermanos Moreno Rivera han quedado fuera del manto protector perredista en la Ciudad de México, porque también está archivada en la CNDH la amenaza de muerte que realizó Julio César Moreno a su antigua compañera de partido, Esthela Damián. Mancera debe cortar esta mala hierba política de raíz, para que no se le enrede entre los pies en un futuro.

La sentencia de la Corte es inapelable, es la última instancia. Nadie saldrá a defender a estos mafiosos de poca monta venidos a más, como lo hizo la sociedad en 2005 cuando Andrés Manuel López Obrador fue desaforado también por el delito de desacato. En los próximos días sabremos la larga lista de corruptelas, pero también cuál fue la gota que colmó la paciencia de Miguel Ángel Mancera, quien ayer tenía conocimiento del sentido del voto de los ministros de la SCJN respecto a la destitución, con el delito de desacato como mero pretexto para extirpar el cáncer que representan los Moreno Rivera en la delegación Venustiano Carranza. Todavía ayer por la mañana, Julio César Moreno compartía en su cuenta de Twitter una nota que señalaba a Mancera como el puntero en las preferencias para abanderar la candidatura presidencial del Frente “ciudadano”. Eran sus patadas de ahogado, una velada súplica pública del ex diputado constituyente por conservar su propia cabeza.

Después del papeleo, la notificación por escrito de la Corte a la ALDF, los diputados tendrán que nombrar al jefe o jefa delegacional sustituto que será propuesto por el mismo Mancera para que luego Israel Moreno sea presentado ante el juez, ya no como titular en Venustiano Carranza, sino como imputado por el delito de desacato. También veremos fuera del presupuesto público a la larga lista de parientes de Moreno y Ballesteros que todavía hoy están en la nómina delegacional que los Moreno Rivera convirtieron en su propio terreno feudal. Democracia ya, nepotismo para todos, será el legado en la delegación Venustiano Carranza. Apenas hace un año, el joven Israel Moreno declaraba en entrevista: “Quiero ser recordado como un delegado no corrupto”. Por su involuntario sarcasmo, bien vale la pena recomendar al ex delegado el cuento de Fiódor Dostoyevski, “Un ladrón honesto”.

Periscopio. Ya veremos la reacción del “antigandallas” Arne aus den Ruthen, que en su momento también fue intimidado, sin éxito, por personeros de la mafia encabezada por Julio César Moreno. 

t @LeoAgusto

Comentarios