¿Procuraduría o Santo Oficio?

LEO AGUSTO

OPINIÓN 08/05/2017 12:35 LEO AGUSTO Actualizada 12:35

Según las primeras y agudas investigaciones de la PGJ de la capital, dadas a conocer desde la cuenta oficial de la dependencia en Twitter, a Lesvy Berlín Osorio Martínez la ahorcaron con el cable del auricular de una cabina telefónica porque consumió alcohol y drogas, porque vivía en concubinato con su novio, un trabajador de intendencia de la misma UNAM o porque debía materias en el CCH.

Hay algo que la clase política mexicana no termina de entender: los ojos de la prensa mundial están puestos en nuestro país. Especialmente el jefe de gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera; el rector de la UNAM, Enrique Graue y el procurador de justicia de la capital, Rodolfo Ríos Garza, (a quien se le reconoce la aceptación del gazapo lamentable), servidores públicos que nos ocupan en esta entrega por el asesinato de la joven Lesvy Berlín en las instalaciones de nuestra sobrevalorada máxima casa de estudios.

La atención de la prensa mundial que ahora tiene México es un fenómeno que no se veía desde la irrupción en la escena pública del Ejército Zapatista de Liberación Nacional en 1994.

Ahora, a nivel local, los crímenes que en privado nos indignan como sociedad, rara vez pasan de las conversaciones de café a la protesta pública en la calle o en las redes sociales.

El caso de Lesvy se hizo visible gracias a un grito de guerra impulsado por valientes mujeres: #SiMeMatan, un hashtag que se convirtió en tendencia nacional en la red social del pajarito, donde expusieron lo que se diría de ellas en caso de que convertirse en víctimas de homicidio e inspiradas en el discurso de odio del gobierno perredista en la capital, que sólo habla de equidad cuando busca el voto femenino.

La impunidad es vista como regla y no como excepción desde el ámbito nacional (como parte del paisaje surrealista), pero lo que resulta cotidiano para muchos, es abordado desde una perspectiva más justa por corresponsales de agencias de noticias y medios internacionales. El caso del feminicidio ocurrido en el campus de Ciudad Universitaria causó escozor porque el gobierno de izquierda capitalino culpó a la víctima de su propia muerte desde la Procuraduría de Justicia, convertida en Santa Inquisición.

La criminalización de víctimas ha sido el sello del gobierno de Miguel Ángel Mancera y específicamente de la PGJ capitalina, donde las mujeres mueren —no las matan— por ser colombianas, por no tener trabajo, como en el múltiple homicidio en la colonia Narvarte de 2015.

En esta progresista ciudad, las mujeres mueren por irse de fiesta estando casadas, como en el aparatoso choque ocurrido hace unas semanas en las cercanías de la Puerta de los Leones del Bosque de Chapultepec.

Estos datos fueron filtrados impunemente por la PGJCDMX.

El pasado sábado, desde el Disneyland personal que habita el jefe de gobierno, dijo sobre la filtración, que no le parecía adecuado lo ocurrido en su Procuraduría de Justicia y que “habrá consecuencias”; hasta parece burla para los habitantes de la capital.

Hagamos un breve viaje en el tiempo para recuperar una declaración de Miguel Ángel Mancera hecha en septiembre de 2015 respecto a la filtración de fotografías de las víctimas del multihomicidio en la colonia Narvarte: “Vamos a castigar el tema de las filtraciones, quienes hayan tenido deber de custodia tendrán que responder por este tema, es una instrucción al procurador”. Seguimos esperando las temidas consecuencias, mientras muchos nos preguntamos si se trata de una falta de liderazgo del jefe de gobierno frente a su gabinete o ‘atole con el dedo’. Ambas posibilidades resultan viables. 

Bitácora de lo absurdo. Ante la protesta por el feminicidio en la UNAM con el hashtag #SiMeMatan, dos mequetrefes se ‘colaron’ en la foto: Pascal Beltrán del Río, impresentable director del periódico Excélsior graznó en Twitter: #SiMeMatan revivo. Y el fascista amarillo consentido de la derecha, Fernando Belaunzarán rebuznó: #SiMematan que sea por amor.

Chicos progre y buena onda, ustedes saben a dónde pueden irse. 

Twitter: @LeoAgustoafsa

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