Traición y debacle del PRD

OPINIÓN 08/05/2015 05:00 Actualizada 05:00

ANDRÉS MANUEL López Obrador y Morena ‘pintaron su raya’ del PRD y eso ha enfurecido a los dirigentes del partido del sol azteca. No es para menos, durante más de 20 años los perredistas se han apoyado y beneficiado del esfuerzo titánico de AMLO y lo quieren seguir haciendo.

Muestra de ello es que la campaña del PRD en el Distrito Federal tiene como columna vertebral presumir la pensión de adultos mayores creada por el propio López Obrador y los operadores del PRD acuden a los domicilios de la gente, especialmente de las personas más humildes, a decir que “López Obrador, Morena y el PRD somos lo mismo”.

El gas que le queda al PRD son los programas sociales de AMLO. El discurso que sigue utilizando el PRD hoy, especialmente en la Ciudad de México, está construido sobre la estructura temática del programa de gobierno de López Obrador en la ciudad: adultos mayores, discapacidad, madres solteras, preparatorias, universidad, obra pública, vivienda de interés social, etc.

Se trata de un partido vacío de dirigentes, de identidad y propuesta propia. Por eso, el PRD quiere seguir viviendo del trabajo y el prestigio de Andrés Manuel.

Por otra parte, Morena y AMLO tienen todo el derecho de ‘pintar su raya’ del PRD. No sólo el derecho, sino el deber de hacerlo. El PRD ya no es el partido que luchaba en defensa del voto y contra las políticas neoliberales. La dirigencia del PRD decidió aliarse con Enrique Peña Nieto y aprobar sus reformas. Los diputados del PRD le dieron la espalda a los maestros y aprobaron la llamada reforma educativa; aprobaron también el alza de impuestos a pequeños comerciantes, empresarios, profesionistas y al pueblo en general; también aprobaron la reelección consecutiva de legisladores y alcaldes y el saqueo de los fondos de vivienda de los trabajadores en el Infonavit para entregárselo a las Afores, también aprobaron los ‘gasolinazos’.

Por si hubiera duda de la alianza, cuando al ex coordinador de los diputados del PRD, Silvano Aureoles, le preguntaron qué opinaba del escándalo de corrupción más relevante en este sexenio relativo a la llamada ‘casa blanca’ de Peña Nieto, contestó que era un asunto personal del Presidente y su esposa.

La nueva postura política del PRD ha llevado a este partido a la descomposición y al cinismo. Los gobiernos delegacionales del PRD han instalado en la Ciudad de México la práctica de operar con golpeadores su dominio territorial y entre familiares, cónyuges o hermanos, pretenden transmitirse dichos gobiernos y el consecuente manejo de los recursos públicos. Hoy en día, en esta campaña electoral, como en el pasado proceso interno del PRD, plataformas e ideas han sido sustituidas por la vulgar compra del voto.

Son estas razones, entre muchas otras, las que han llevado a dejar las filas del PRD y a caminar en distintas perspectivas a personalidades como Cuauhtémoc Cárdenas, Marcelo Ebrard, Alejandro Encinas y a cientos de miles de sus afiliados.

Es lógico que Morena y López Obrador difundan las razones por las que rompieron con el PRD. Es lógico también el enojo de los dirigentes del PRD. Les va a costar trabajo seguir utilizando a AMLO y al movimiento para su provecho.

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