Jesús Zambrano nunca imaginó lo que se publicaría al día siguiente de que posó sonriente para la foto en el museo Tamayo junto a los integrantes del Pacto por México cuando recibieron el premio de la revista Quién a las 50 personas que transforman al país, por no decir mueven, como dicta el mensaje oficial del gobierno.

El periódico Wall Street Journal publicó un artículo firmado por Juan Montes donde asegura que el presidente Enrique Peña está negociando con el PAN una reforma energética mucho más ambiciosa que la presentada ante el Senado con el fin de atraer inversionistas de peso completo en los negocios del gas y el petróleo. Con esto Pemex competiría con las grandes petroleras del mundo en nuestro territorio.

Al enterarse de la noticia, a los senadores del PRD se les acabó el espíritu negociador que tan bien se les sentó la semana pasada con la alianza que construyeron con el PRI para sacar la reforma hacendaria. El coordinador parlamentario en el Senado, Miguel Barbosa, anunció que se levantaban de la mesa de negociación de la reforma política que se supone se aprobaría antes de la energética. El PRD se mantendrá en su postura radical hasta que no se aclare lo publicado en EU.

El coordinador del PRI, Emilio Gamboa, sin desmentir del todo al Wall Street Journal, dijo que la negociación está en el Senado y no en el Pacto por México y que el presidente Peña está al margen de este proceso.

Por su parte, Cuauhtémoc Cárdenas dijo que con los contratos de concesión compartida se abriría un saqueo a la nación. La explotación irracional de los yacimientos acabaría con la industria petrolera nacional, ya que con estos contratos los eventuales socios de Pemex no estarían obligados a entregar la producción.

A Los Chuchos en el PRD se les cayó el teatro de la simulación, la idea era protestar poquito contra la apertura del sector energético, eso sí, sin vender un solo tornillo de Pemex y mantener así los privilegios que han negociado con el actual gobierno. Pero al enterarse de que el paquete de reformas puede ir mucho más allá de lo anunciado se sintieron engañados, y eso que apenas hace unos días estaban muy amorosos con los tricolores desdeñando los desplantes del PAN. Lo cierto es que de modificarse la Constitución en cuanto a la rectoría del Estado en el sector energético podrían darse protestas donde lo hecho por la CNTE y el linchamiento a los legisladores que votaron a favor del incremento de impuestos quedaría como una cosa menor al tocar la vena cardenista y nacionalista de un país que lo ha perdido casi todo.

Periscopio

Urge un cortauñas en la Cámara de Diputados; comerciantes de Zacatecas viajaron hasta San Lázaro para ofrecer sus productos en la explanada: mezcal, queso, chile seco, entre otros. Ayer que llegaron para el segundo día de venta no encontraron nada, los ladrones se llevaron hasta el pinole. Los encargados de la seguridad, además de tratarlos mal, no saben quién pudo cometer el robo. ¿Será que el gobernador peñista Miguel Alonso, quien inauguró la exposición, no es bienvenido en el recinto legislativo que controla Don Beltrone?

En el radar

Se llama Ana Guadalupe Ingram y es veracruzana, fue coordinadora de radio durante la campaña a gobernador de Javier Duarte de Ochoa; fue conductora en el programa de Televisa Vuelve a la vida y hoy, a sus 33 añitos, es diputada local por el distrito XX. Entre jaloneos fue designada como presidenta de la Mesa Directiva del Congreso veracruzano por 48 votos a favor y dos en contra. Ah, y estudió inglés en Harvard, según consta en su amplio currículum. Televisa debiera crear una suerte de CEA para formar sus cuadros políticos.

Bitácora de lo absurdo

Si usted ve a Caro Quintero tenga a bien decirle que la primera sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación le revocó el amparo y ordenó que se dicte una nueva sentencia. Quien se vio ridículo con su voto en contra fue el ministro José Ramón Cossío, justo cuando el gobierno de EU ofrece una recompensa de 5 millones de dólares por información que lleve a su captura. Ahora, que vuelvan a atrapar a Caro Quintero, se ve lejano y casi imposible.

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