Masaje erótico exitoso

OPINIÓN 07/08/2013 05:00 Actualizada 05:00

Suaves y firmes, las manos empiezan su descenso por la espalda, los dedos jugaron con el cabello y ahora presionan en su recorrido al cuerpo que, laxo, se entrega a las sensaciones. El pecho es otra escala, los pezones un destino. La cadera y las nalgas, puntos donde las manos encuentran el erotismo que sin prisas se expande hasta la punta de los pies, el masaje erótico no sólo relaja el cuerpo, predispone a la persona para el sexo y hace éste más placentero.

Los masajes tiene el objetivo de relajar el cuerpo, quitar la rigidez muscular que el estrés produce y, en el caso de los de tipo erótico, potenciar el erotismo en todas las partes del cuerpo, es decir, predisponernos para el sexo, ya que genera deseo.

Siempre es importante tomar en cuenta que los masajes requieren de práctica y que siempre es mejor cuando la persona que lo hace tiene experiencia; sin embargo, el tipo erótico es parte de la sexualidad de pareja por lo que hay movimientos básicos que se pueden hacer sin correr riesgos en la salud.

También es necesario tomar en cuenta que hay requerimientos indispensables para que funcione, entre ellos está el comer ligero antes del masaje. El cuerpo no se relaja durante la digestión, pero un menú ligero, a base de frutas o de pequeñas porciones de queso y vino suave, ayudan.

El clima de la habitación es fundamental, la temperatura ideal son los 25 grados centígrados, cálido para que los músculos se relajen ya que ambos están desnudos.

Las luces tenues ayudan mucho mejor a la relajación y a centrar la atención en los puntos del cuerpo que son tocados, la música suave igual contribuye y aromatizar la habitación favorece el masaje.

El piso firme ayuda, pero no es cómodo si no se está sobre una superficie suave que acaricie la piel. Para ello es mejor la cama y un sofá amplio.

Por supuesto, el masaje se debe hacer con aceite, de preferencia especial para eso, y si está aromatizado, mejor. Este sirve para que las manos se deslicen correctamente y no se pellizque la piel.

Las uñas deben estar cortas y los dedos no deben tener alhajas ya que se puede lastimar a la persona. También es importante atender a las sensaciones del otro sobre la presión ejercida en cada zona.

Entre las técnicas que se usan para este masaje están rozar, amasar, presionar, “pellizcar” (levantar un poco la piel con los dedos haciendo una pinza) y, claro, el intercambio de papeles, que hace compartir la experiencia y las sensaciones.

Dónde sí y dónde no

La piel no debe ser masajeada en zonas con cicatrices o donde hay varices, y tampoco el cuello.

Se debe empezar desde la cabeza, pasar por la cara y bajar por los hombros para seguir por los brazos, continuar por la espalda y nalgas o bien, ir al pecho y después cambiar. En cada parte del cuerpo se debe hacer una pausa antes de pasar a otra. Las piernas son casi el destino final ya que los pies son la zona erógena que mejor erotiza a las personas cuando se masajea adecuadamente.

Hay que tener claro que el masaje no puede ser rápido, la velocidad puede hacer que en lugar de erótico resulte energético y poco pasional.

Los movimientos

Son por lo regular circulares si se trata de rozar o presionar la piel: Si se amasa debe ser extendido, sobretodo en partes amplias como espalda y pecho.

Lineales, en zonas largas como los hombros y circulares en brazos y piernas.

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