El ocaso de Beltrones

LEO AGUSTO

OPINIÓN 07/06/2016 11:23 LEO AGUSTO Actualizada 11:23

Noche negra para el PRI de Manlio, que no pudo cumplir con la cuota de ganar nueve gubernaturas el pasado domingo. Uno de los últimos políticos activos de la “vieja guardia” se vio superado por la dinámica de los tiempos actuales de la política, donde el ‘carro completo’ ha dejado de circular.

 En esta elección se agotaron varios modelos de propaganda, como las encuestas a modo. También caducaron las rancias estrategias de proclamarse ganador para dar el ‘madruguete’, primordialmente en las elecciones cerradas. Pero la principal lección es que no hay estructura partidista que aguante la voluntad ciudadana de salir a votar, como se vio en los estados de Chihuahua, Durango y Veracruz; en estos dos últimos estados se verá la alternancia en el poder por primera vez en la historia del PRI. Perdió Manlio, sí, pero también perdió Peña, al ver caer a uno de los gobernadores que impulsó su candidatura presidencial como nadie: Javier Duarte de Ochoa, enloquecido al grado de buscar una alianza con Morena.

Pero volviendo al ‘padre’ de la derrota tricolor, en 2006, cuando muchos ‘daban por muerto’ al PRI, Manlio Fabio Beltrones encontró la alquimia perfecta para mantener la vigencia de su partido y la suya propia; el tricolor como partido bisagra que abría o cerraba la puerta de las iniciativas en el poder legislativo. Así, Beltrones amasó un poder que le duró diez años, hasta la noche del domingo, cuando vimos en cadena nacional a un joven presidente del PAN, Ricardo Anaya, restregar en la cara del sonorense su propia incongruencia política; que en el sexenio de Calderón se opuso a la privatización energética, pero apoyó la misma iniciativa cuando salió del gobierno de Peña Nieto. Así de mezquina es la política, mezquindad que a veces resulta necesaria para mantener vigencia.

Beltrones dejó ver la insoportable levedad del PRI, estaba con el semblante descompuesto, probablemente nadie le había encarado de esa manera en su carrera política. Carrera que no es poca cosa, que data de los tiempos del extinto Fernando Gutiérrez Barrios, de los años del viejo PRI, ése que no encuentra cabida en el México del siglo XXI, pero que sigue manifiesto con el desastre de país que vivimos hoy día. El escenario se ve difícil para Beltrones, quien todavía la noche del 4 de junio se consideraba presidenciable. ¿Hubiera sido mejor aceptar la embajada o el lugar en el gabinete que le ofreció Peña Nieto antes de entregarle la dirigencia del PRI? La historia de aquí a junio de 2018 lo dirá.

Periscopio. El gobernador de Querétaro, Pancho Domínguez, presentó su plan de seguridad pública para un estado que fue golpeado duramente por la delincuencia en los años de Pepe Calzada como gobernador. Habrá que conocer el proyecto “Cosmos” que, según el panista, representa un modelo vanguardista y único en su tipo, en relación con otras entidades del país por el uso de las tecnologías de información para agilizar la procuración de justicia y reducir la burocracia que aleja a los ciudadanos de la denuncia de delitos.

En el radar. Extraña elección en Durango: El panista José Rosas Aispuro ganó la gubernatura con estrecho margen, pero sin dejar lugar a dudas o impugnaciones. Sin embargo, el PRI retuvo los municipios de La Laguna, Gómez Palacio y Lerdo. Pero el tricolor dejó ir la alcaldía de la capital, Victoria de Durango. El extraño voto cruzado nos habla de una profunda división en el PRI que no se alcanza a notar a simple vista.

Bitácora de lo absurdo. Oneroso gasto en el proceso electoral para definir a los 60 integrantes de la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México con pobres resultados: tres de cada diez electores asistieron a las urnas el pasado domingo. Los casi dos millones de votos emitidos representan el voto rancio de los partidos políticos. El hartazgo en la capital del país con su clase política es grande, principalmente con Miguel Ángel Mancera, el gran derrotado la noche del domingo 5. 

submarinopolitico.com

 

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