AMLO en Tercer Grado

LEO AGUSTO

OPINIÓN 07/05/2018 10:35 LEO AGUSTO Actualizada 13:36

El programa televisivo de análisis político regresó a la pantalla del canal estelar de Televisa con López (léase con voz de Enrique Ochoa Reza) como primer invitado. 

En el panel de periodistas hubo algunos cambios, ya no están: Ciro Gómez Leyva, Carlos Marín, Adela Micha ni Víctor Trujillo. Llegaron: René Delgado, Leo Zuckermann y Raymundo Riva Palacio. 

En la emisión de 2012, Leopoldo Gómez arrancó el programa mostrando sendas gráficas con las horas de cobertura noticiosa que habían hecho durante varios años, donde se mostraba cierta equidad y lógica por los cargos que en su momento ocuparon tanto Peña como López. Pero eran los tiempos donde el de Macuspana afirmaba tener “otros datos” ante cualquier cifra incómoda. En tanto, Ciro defendía la certeza de las encuestas que ponían al tabasqueño en un lejano segundo lugar por más de 10 puntos. Hubo una tensión durante el programa por los cuestionamientos lanzados al programa desde la plaza pública. El conflicto poselectoral de 2006 todavía estaba fresco en el ánimo electoral.

En 2018 son otros los tiempos, López lleva ventaja en todas las encuestas y los demás aspirantes o están estancados como Anaya; o en tercero y en zona de pits como José Antonio Meade, haciendo ajustes mayores en su equipo. O perdidos en el fondo de las preferencias como Zavala y ‘El Bronco’. Ahora vimos a un Leopoldo Gómez más gentil, quien lo llamó en todo momento “Señor candidato”. Por lo demás, algunas de las preguntas fueron duras, cuestionamientos morales y la búsqueda de una respuesta que fuera la nota de ocho al día siguiente: “¿La amnistía es una ley de punto final donde se perdonen los crímenes del pasado?”. Pero ‘El Pejelagarto’ no mordió el anzuelo de Delgado. Tampoco cayó con el cebo del desplegado pagado por la cúpula de empresarios más influyente del país, que busca en realidad esparcir el miedo en los mercados financieros. 

López ganó el posdebate en un programa de tv al recibir trato de Presidente al aire. Al día siguiente, presentó al derechista Espino como parte de su campaña. El lujo de ser puntero en las encuestas.

Periscopio. Una desafortunada apología del delito en redes sociales ha costado mucho al columnista Ricardo Alemán. Primero, Televisa emitió un comunicado donde hace público el final de la relación laboral con el conductor de “La Mudanza”, en ForoTV. Si las noches de sábado tienen cierto dejo de melancolía, imagine usted con ese bodrio. 

También el canal 11 del Instituto Politécnico Nacional cortó la emisión del programa “Despertador Político”. En realidad, el mentado tuit fue sólo la gota que colmó un vaso lleno de insultos a lectores y audiencias, cuyo principal ingrediente fue la manera gástrica de analizar la política nacional. Hace unos días, Alemán acusó que los estudiantes de cine de Guadalajara que fueron secuestrados, asesinados y presuntamente disueltos en ácido fueron los responsables de su destino fatal. Descalificó con bajeza las marchas de protesta que piden justicia por los tres jóvenes universitarios. En este caso, la libertad de expresión rebasó todo límite al incitar al crimen. Pero no han sido pocas las veces donde el columnista alcanzó grotescos niveles. 

En el radar. Después de la salida de Enrique Ochoa Reza de la dirigencia nacional del PRI, el candidato José Antonio Meade dijo este fin de semana que habría más cambios en el equipo del campaña. De manera extraoficial, se menciona el nombre de Javier Lozano Alarcón, de quien se dice al interior del CEN en Insurgentes Norte y Violeta “nadie sabe quién invitó”. 

La llegada del guerrerense René Juárez Cisneros al relevo en el timón tricolor no tiene la finalidad de salvar la candidatura presidencial. Tampoco las gubernaturas, donde la única posibilidad real es Yucatán, sino detener la caída de la votación para el Congreso de la Unión donde según estimaciones el PRI podría convertirse en la cuarta fuerza política con menos de 50 diputados y menos de 10 senadores. 

Twitter: @LeoAgusto

Comentarios