Una tarea de todos

LILIA MERODIO

OPINIÓN 07/04/2016 05:00 LILIA MERODIO Actualizada 13:44

El periodismo de investigación, aquel que busca desentrañar verdades a medias o mentiras completas, puso en la agenda mundial la opacidad fiscal en la que recurren millones de ciudadanos. Los Panamá Papers, ejercicio periodístico realizado por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación que estudia millones de documentos confidenciales de la firma de abogados panameña Mossack Fonseca, en donde se han involucrando a 400 periodistas de 107 medios de comunicación de diferentes países, exhibió a "políticos, empresarios, criminales y la industria deshonesta que esconde su dinero en efectivo."

Algunas respuestas no se hicieron esperar. La información difundida llevó a la renuncia del Primer Ministro de Islandia al estar involucrado, junto con su esposa, en el presunto beneficio de la nacionalización de los bancos durante la crisis del 2008; o la cancelación de la presentación fílmica "Julieta" del cineasta Pedro Almodóvar, ya que él y su hermano han realizado presumiblemente operaciones con sociedades fiscalmente opacas. Los ejemplos abundan y habrá que esperar las investigaciones que realizarán las agencias tributarias.

Cimbró a todo el mundo, como en la década de los 70 cuando el periódico The New York Times publicó acciones que realizó el ejército estadounidense en Vietnam y habían sido negadas; o como los famosos Wikileaks de Julian Assange, al poner en entredicho los abusos del aparato militar estadunidense. O recientemente, la difusión de información confidencial que el ex agente de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA por sus siglas en inglés) Edward Snowden reveló sobre operaciones de espionaje.

En esta ocasión, no fue un país el que busca resarcir los daños; no fue una figura pública a la que se le investigaron acciones ilegales; y no fue a un gobierno al que se le busca derrocar, sino, se exhibe a un sistema financiero vulnerable. Como lo señala el articulista Isaac Nahón nos permitió conocer "cómo funcionan los mecanismos sofisticados de las finanzas globales que usan corruptos y criminales para manejar el botín de sus fechorías."

Desde la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, a través del Servicio de Administración Tributaria, se ha buscado mayor intercambio de información entre las distintas agencias tributaras. Bajo esta perspectiva, el gobierno mexicano firmó el Acuerdo Multilateral entre Autoridades Competentes Sobre el Intercambio Automático de Información de Cuentas Financieras, en donde cerca de 50 países obtendrán "un panorama de las operaciones de los contribuyentes con sus principales socios comerciales y contribuirá a la lucha contra la erosión de la base imponible y el traslado de beneficios."

Es decir, será con el intercambio de información como se podrán detectar quiénes trasladan sus beneficios a países con escasa o nula tributación, comúnmente llamados paraísos fiscales.

Desde el Senado de la República no escatimamos en la aprobación de dicho instrumento. Seguimos trabajando para que el Estado cuente con las herramientas suficientes para el combate a la corrupción e impunidad.

Es cierto que nos hace falta concretar en el Congreso mexicano, el Sistema Nacional Anticorrupción. Es por ello que "el combate a la corrupción, el fomento de la cultura de la transparencia, la rendición de cuentas y la legalidad, son metas irrenunciables para todos los mexicanos que requieren para su cumplimiento no sólo de la acción constante del Estado, sino de la participación informada, activa y responsable de la ciudadanía." Así está plasmado en la iniciativa presentada por el PRI en el Senado de la República.

La exigencia de la ciudadanía es clara. Basta de corrupción a cualquier escala. Debemos de acercar a las futuras generaciones a aquellos valores éticos y democráticos que impidan que en edades adultas sean participes de actos de corrupción. Esa, es un tarea de todos.

*Senadora de la República
Presidenta de la Comisión de Atención a Grupos Vulnerables.
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