Jorge Moscoso Pedrero

OPINIÓN 07/01/2015 05:00 Actualizada 05:00

A penas hace unas cuantas semanas falleció Jorge Moscoso Pedrero, un discípulo más de Heberto Castillo Martínez y por tanto hermano en la lucha por cambiar al país que nos han heredado los gobiernos entreguistas.

Jorge desde muy joven se incorporó a las filas del extinto Partido Mexicano de los Trabajadores, PMT, que encabezaron el ingeniero Heberto y el lider ferrocarrilero Demetrio Vallejo, así como jóvenes recién salidos de prisión a causa de la represión en contra del movimiento estudiantil de 1968, tales como Luis Tomás Cervantes Cabeza de Vaca, Eduardo Valle Espinoza.

En Chiapas, Moscoso fue dirigente del PMT y posteriormente del Partido Mexicno Socialista, PMS, cuando en un esfuerzo unitario la izquierda logró conformarse en ese partido, para contender en la elección de 1988. Con afluentes diversos del abanico social y partidista se fusionan distintas organizaciones oposición.

Fundador del Partido de la Revolución Democrática, PRD. Desde la tribuna, como diputado federal criticó el proyecto Salinista en torno a la entrada al primer mundo con la puesta en marcha del Tratado de Libre Comercio y dio a conocer la existencia de la guerrilla en la Selva Lacandona, algunas semanas antes del levantamiento zapatista.

Hombre honrado, de profundas convicciones, murió después de un largo batallar en contra de una enfermedad del corazón.

Siempre considero, que “ser de izquierda, no es una doctrina, sino una actitud con la que se enfrenta a la imposición y la dominación”.

Fue diputado local, en su natal Chiapas y posteriormente diputado federal y senador suplente. Asesor en la Cámara de Diputados.

“Sembrador de sueños” es el nombre del libro que escribió, donde analiza la situación del país a la vez que relata su participación en la lucha por la democratización del país.

El pasado diciembre se le rindió homenaje en el Monumento a Benito Juárez en el Congreso Chiapaneco.

Asistieron los senadores Alejandro Encinas y Zoé Robledo, así como sus hijos Gerónimo, Nitza y Kizlel Moscoso, familiares, dirigentes locales y amigos…

Hasta siempre Jorge.

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