La Ronda Uno en el marco de la Reforma Energética

OPINIÓN 06/08/2015 05:00 Actualizada 05:00

La Reforma Energética impulsada por el presidente Enrique Peña Nieto, tiene como objetivo fundamental detonar el potencial de la economía nacional para crear empleos de calidad en beneficio de todos los mexicanos.

La reforma ha despertado especial interés entre los agentes involucrados y la población en general; se trata de la más profunda transformación del sector en las últimas décadas, cuyos beneficios ya se reflejan en la economía de las familias mexicanas.

En el marco de la implementación de esta reforma, el gobierno mexicano dio a conocer a través de la Ronda Uno, las áreas y bloques de diversas categorías en las que empresas privadas podrán participar en la exploración y extracción de hidrocarburos.

De esta manera, se ofertará un total de 169 bloques, de los cuales 109 corresponden a proyectos de exploración y 60 a proyectos de extracción, que cubren una superficie de 28,500 km2, a través de cinco procesos licitatorios, con lo que se pretende atraer importantes inversiones y generar miles de empleos.

En este sentido, el pasado miércoles 15 de julio, se llevó a cabo la primera licitación para la exploración y explotación compartida en aguas someras del Golfo de México, a la cual se presentaron nueve de las 24 empresas precalificadas, dos de los 14 bloques fueron adjudicados, es decir 14% de la meta planteada.

El balance arrojado por esta primera licitación, independientemente de los resultados cuantitativos que significó, la presentación tiene una singular relevancia por las siguientes razones: culmina un arduo proceso de reforma; se desarrolló con transparencia pública; y significa un aprendizaje en virtud de que es el primer paso que se da en esta trascendental apertura del sector energético en casi ocho décadas.

La Reforma Energética representa una oportunidad histórica para que México pueda aprovechar sus recursos energéticos de forma racional, sustentable y con apego a los principios de soberanía nacional, eficiencia económica y beneficio social. Por ello, constituye un asunto que nos preocupa y ocupa a todos los mexicanos.

En el Senado de la República, coincidimos en que con el nuevo modelo petrolero, el Estado mexicano retome la rectoría en la administración de los recursos de la Nación y sea el responsable de que las actividades de exploración y extracción de hidrocarburos se lleven a cabo maximizando los ingresos y que esta actividad constituya una verdadera palanca desarrollo nacional.

*Senadora de la República
Secretaria de Mesa Directiva
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