Salvaje pelea, ¿para qué?

OPINIÓN 06/06/2016 14:54 Actualizada 14:59

En 14 estados los electores fueron a las urnas a expresar su voluntad, luego de meses de ‘guerra de lodo’ de los partidos políticos y de sus candidatos, en especial los que compitieron por 12 gubernaturas.

Han sido procesos electorales dolorosos, casos de falta de ética, de lo que se ha llamado la lucha del poder por el poder, y en sus resultados previos se cuenta el espectáculo de unos políticos desacreditando a otros políticos.

Corrupción y doble moral, que van juntas, fueron las acusaciones más frecuentes que casuaron hartazgo en la gente que tiene problemas de la vida diaria, a los cuales son ajenos quienes en las urnas resuelven su presente y porvenir.

Y ayer, en la jornada electoral que cada vez cuesta más recursos presupuestales, por los diversos ‘candados’ y formas de verificación contra fraudes, los ciudadanos en la mayoría de esas 12 elecciones de gobernador dividieron su sufragio.

Ya no es la época de ganadores con resultados notoriamente diferentes, pero lo acontecido en las urnas este domingo 5 de junio pertenece a lo impensable: marcadores muy aproximados.

Si a ello se agrega que en las campañas hubo rebases de límites de gastos, de que fue práctica común abusar de la condición de vulnerabilidad de gente pobre, y de que las formas de allegarse votos, por parte de contendientes en apuros, con lo que ya se llama ‘turismo electoral’, que es llevar ciudadanos a votar a localidades de estados vecinos, se tiene un escenario de distorsión de la voluntad popular.

La democracia en México está perturbada por gastos fantásticos, de miles de millones de pesos, que es lo que cuestan los sistemas de partidos y electoral, pero que sólo satisface a quienes de ellos viven, mientras que la mayoría nacional, en condiciones de pobreza, mira cómo en la clase política se disputan los puestos de elección.

Como pocas veces, la lucha del poder por el poder, descarnada, inhumana, brutal, se expresó en México, como ayer domingo. Violencia, ataques vandálicos y con la firma de la delincuencia organizada marcaron la jornada, por ejemplo en Veracruz, Oaxaca, Puebla.

Hubo furia en algunas de las fuerzas políticas y sociales que no tuvieron empacho en atacar a sus contrarios en plena veda electoral.

Lo que antes se llamó “fiesta cívica”, porque los electores acudían a votar y aportar a resultados emanados de una mayoría, este domingo fue una jornada en la que los poderosos riñeron.

A ellos se agregaron grupos sociales y jerarquías católicas que hicieron campaña contra la iniciativa de Enrique Peña Nieto en materia de matrimonio igualitario. 

Las violaciones a la ley, por parte de la jerarquía católica, son hechos que deberán sancionarse, a menos que se haya decidido que este siga siendo el país de la impunidad, en la que cada quien incurre en las trasgresiones que le plazcan.

Fueron meses, en el proceso electoral, y horas, ayer en la jornada de votaciones, en que el país fue testigo de la ceguera de quienes resistían perder. Ya se ha dicho en este espacio: Son fortunas las que se invierten, aún al margen de la ley, por un puesto de elección, que la derrota duele en proporción directa del dinero destinado a esos propósitos.

¿Imaginó Francisco I. Madero la distorsión que tendría el principio del sufragio efectivo? El voto ayer costó sangre. Literal…

VITRAL SOCIAL.— El 066 atiende llamadas de auxilio a Policía, ambulancias, bomberos, Protección Civil y Ejército.

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