¿Justicia por cuota de género?

RAÚL RODRÍGUEZ CORTÉS

OPINIÓN 06/05/2016 12:22 RAÚL RODRÍGUEZ CORTÉS Actualizada 12:22

Lo que le pasó a Andrea Noel cuando caminaba por la colonia Condesa el martes 8 de marzo pasado, es tan reprobable como cualquiera de los innumerables actos de violencia de género que ocurren a diario en el país. 

La colaboradora estadounidense del blog de noticias Vice MEDIA fue sorprendida por un bellaco que le levantó el vestido, le bajó el calzón y huyó corriendo por la avenida México. Un vecino videograbó el ataque y con esas imágenes, la periodista lo denunció en redes sociales. El mismo 8 de marzo, Noel presentó una denuncia de hechos ante la Procuraduría de la Ciudad de México.

La Policía Cibernética analizó el video e hizo pesquisas al respecto. Según pudo corroborar este reportero, la joven agredida y los abogados que la acompañaron en calidad de coadyuvantes, tuvieron acceso en todo momento a la carpeta de la investigación.

Víctima y coadyuvantes sospechaban, por el modus operandi, que podría tratarse de una de tantas ‘guarradas’ que presenta un programa transmitido por Telehit como TROLLs de Rey Grupero, Andoni y el Gran Danger.

 Una vez analizado el contenido de la carpeta de marras, Andrea Noel aseguró, “sin temor a equivocarse”, que su agresor fue Andoni Echave, animador del programa televisivo. Ante el señalamiento, la PGJ citó al probable responsable, quien compareció pero se acogió a su derecho de no declarar.

Andrea solicitó una plática conciliatoria, a lo que el imputado accedió. La agredida, al tenerlo a la vista, reiteró que fue él quien le bajó el calzón, le planteó que aceptara su culpa y le pidió una indemnización de 300 mil pesos.

La víctima, consta en la carpeta, pidió una segunda plática conciliatoria. Ahí volvió a señalar a Echave como su agresor. Éste le dijo que no era el del video y que, por favor, lo viera bien porque estaba a punto de arruinarle la vida. No hubo acuerdo.

Una tercera plática conciliatoria fue solicitada por la joven. En ella reiteró su imputación directa y categórica. Andoni rechazó pagar la indemnización solicitada y le dijo que se irían a proceso.

En ese contexto, la PGJ determinó llevar la carpeta de Investigación a un juez de control, para lo cual se solicitó la audiencia para vincular a proceso. Sin embargo, el martes pasado, sin previa cita, Andrea y Andoni se presentaron de manera voluntaria para informar que ella retiraba la querella contra el imputado y que cancelaba la audiencia. Resulta que Echave había mostrado otro video, grabado éste por las cámaras de seguridad de un negocio ubicado en avenida México, entre Celaya y Sonora, en el que claramente se veía que no era el agresor.

Se entiende que debe ser muy frustrante que un ataque sexual permanezca en la impunidad, lo que no justifica que Andrea quiera culpar ahora a la Procuraduría capitalina de demorar la investigación y declare que le parece increíble que el joven Andoni, y no la institución, haya podido encontrar el video con que mostró su inocencia.

Los videos, en efecto, son datos de prueba, pero la evidencia firme del caso fue la identificación plena, directa y categórica que en tres ocasiones hizo Andrea Noel de Andoni Echave. A partir de eso, la PGJ respetó su calidad de víctima y procedió a iniciar proceso para demostrar la imputación. Pero la joven cometió el gravísimo error de asegurar, no una sino tres veces, que su agresor era quien finalmente resultó no ser. ¿Acaso la indemnización que no obtuvo de Echave la busca ahora en otras instancias, bajo la lógica de que “de lo perdido, lo que aparezca”?

La búsqueda y castigo del responsable deberá seguir su curso, porque Noel merece que se le haga justicia y se castigue al rufián que la agredió. Pero en aras de la estricta igualdad, verdadero fondo de los temas de género, cabe preguntar si Echave recibirá las mismas muestras de respaldo y solidaridad que tuvo la periodista. Así debería ser porque, por lo pronto, el joven a quien equivocadamente imputó, ya perdió su trabajo. 

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