Adiós PRD, hola Morena

Martí Batres

OPINIÓN 06/05/2016 12:15 Martí Batres Actualizada 12:15

El día de ayer el PRD cumplió 27 años en la peor debacle de su historia. Ese partido puede seguir existiendo como el Partido Verde o como el Panal, por los recursos públicos que maneja, pero en definitiva ha dejado de ser la opción del cambio democrático y popular.

Por un lado, los dirigentes de este partido se adhirieron al gobierno de Enrique Peña Nieto y a su programa conservador, privatizador y antisocial. Por otra parte, los gobiernos del PRD en las delegaciones de la Ciudad de México se han convertido en pandillas de ‘golpeadores’ que intimidan y agreden a la población y extorsionan a comerciantes y empresas.

La decadencia de esta fuerza política no tiene remedio. Mientras más pasa el tiempo, más se descompone. Apenas en los últimos dos meses, ‘golpeadores’ a sueldo de las delegaciones Venustiano Carranza, Gustavo A. Madero y Coyoacán agredieron a personas que deseaban reunirse en plazas públicas para discutir, dialogar y razonar temas relacionados con la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México. 

Apenas hace unas semanas, el PRD aprobó junto con el PRI y el PAN la llamada ‘Ley Atenco’ que es un instrumento del gobierno priísta para reprimir al pueblo. 

En la memoria de la ciudadanía pesa demasiado ya la firma del Pacto contra México a la que se adhirió el PRD, la aprobación de los ‘gasolinazos’, las votaciones a favor de las reformas educativa y fiscal, así como las decisiones de su gobierno en la Ciudad de México para afectar a la población como el incremento del precio del boleto del Metro, las fotomultas, la represión a las manifestaciones de los jóvenes, los proyectos de privatizar la avenida Chapultepec y otros importantes espacios públicos.

A esto se agrega la disposición del PRD para convertirse en el instrumento de ‘guerra sucia’ y violencia verbal e, incluso, física contra la izquierda y el movimiento popular del país. 

Ahora, en las candidaturas de esta fuerza política figuran personajes siniestros involucrados en hechos de violencia y de corrupción como Miguel Ángel Yunes. Nada aprendieron de la lección de José Luis Abarca. Nada indica que este partido pueda reformarse. A nivel nacional, se encuentra totalmente controlado por el grupo aliado a Enrique Peña Nieto. En las localidades, está controlado por pandillas proclives a la violencia. En los espacios legislativos, el PRD acompaña al PRI y al PAN prácticamente en todas las votaciones.

Hacia el 2018, el PRD forma un bloque unido con el PRI y el PAN. Juntos están tratando de articular una estrategia que evite el cambio político en el país. 

Como los partidos son a final de cuentas instrumentos de la sociedad para mantener el orden existente o para transformarlo, podemos decir con tranquilidad que afortunadamente existe Morena.

La lucha por transformar el país y conseguir paz, justicia social, soberanía nacional y libertades democráticas que durante algunos años se canalizó a través del PRD hoy encuentra su cauce a través del Movimiento de Regeneración Nacional. Adiós PRD, ¡hola Morena!

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