Hace una semana, el viernes 27 de febrero, fue capturado Servando Gómez, ‘La Tuta’, jefe de ‘Los Caballeros Templarios’; y el miércoles pasado, 4 de marzo, Omar Treviño Morales, ‘El Z-42’. Se trata, a no dudarlo, de dos ‘peces gordos’ del crimen organizado y no debe regateársele un reconocimiento a las fuerzas federales que los capturaron sin que hubieran hecho un solo disparo, lo que habla de un metódico y paciente trabajo de inteligencia del gabinete de seguridad.

De los dos narcotraficantes, Treviño Morales era el que más violencia generaba en estados del norte del país y la costa del Golfo: Nuevo León, Tamaulipas y Veracruz. ‘El Z-42’, un verdadero sicópata, es presunto responsable del asesinato de 72 migrantes en San Fernando y de los 52 muertos en el incendio del Casino Royale de Monterrey. ‘La Tuta’, por su parte, asoló durante años a productores y ciudadanos de Michoacán y Guerrero, principalmente.

La caída de estos dos delincuentes, completa 90 detenciones de la lista de 122 criminales peligrosos que el gobierno de Peña Nieto se fijó como objetivo capturar. No es malo el ritmo, pues van poco más de dos años, le restan poco menos de cuatro en Los Pinos y le faltan por aprehender a 32.

Es pertinente recuperar los nombres de los capos que han caído durante los últimos dos años, además de los dos referidos: Joaquín Guzmán Loera, ‘El Chapo’, jefe del cártel de Sinaloa; Héctor Beltrán Leyva, ‘El H’, cabeza de la organización que lleva sus apellidos; Vicente Carrillo Fuentes, ‘El Viceroy’, sucesor de ‘El Señor de los Cielos’ en el cártel del Golfo; Miguel Treviño Morales, ‘El Z-40’, antecesor del ‘Z-42’ al frente de ‘Los Zetas’; Nazario Moreno González, ‘El Chayo’, capo fundador de ‘Los Caballeros Templarios’; Luis Fernando Sánchez Arellano, ‘El Ingeniero, líder del cártel de los Arellano Félix; y Dionisio Loya Plancarte, ‘El Tío’, también capo de ‘Los Caballeros Templarios’.

Estos golpes sugieren la posibilidad de que disminuya la violencia generada por la delincuencia organizada en diversas partes del país, sin que esto haya ocurrido. Se cree que la caída de ‘La Tuta’ y el ‘Z-42’, hará que disminuya dramáticamente en zonas tradicionalmente violentas como el norte del país y los estados de Guerrero y Michoacán.

Lo que por lo pronto sí queda claro es que el mapa del narcotráfico en México se ha modificado. De acuerdo con información de la PGR, son nueve las organizaciones criminales que tienen zonas de influencia en varios estados del país:

1. El cártel del Pacífico, también conocido como cártel de Sinaloa, al frente del cual permanece Ismael El Mayo Zambada, con células llamadas ‘Gente Nueva’, ‘La Barredora’ y ‘Los Artistas Asesinos’.

2. El cártel de los Arellano Félix con operaciones prácticamente confinadas a Baja California Norte y bajo el control de hermanos de quienes ya la han liderado y están muertos o en la cárcel.

3. ‘La Familia Michoacana’, cuyos principales líderes están detenidos o muertos pero que conserva dos células: ‘Guerreros Unidos’ (en Guerrero) y ‘La Empresa’ (en Morelos y el estado de México).

4. El cártel de los Carrillo Fuentes, con zona de influencia en el Golfo a través de dos brazos armados: ‘La Línea’ y ‘Los Aztecas’, con operaciones sobre todo en Chihuahua.

5. El cártel de los Beltrán Leyva, muy disminuido por la muerte o captura de sus principales jefes, pero todavía con siete brazos armados entre los que destacan: ‘Los Granados’, ‘Los Rojos’ y ‘El cártel independiente de Acapulco’.

6. ‘El cártel de los Zetas’, todavía con nueve grupos delictivos que operan en Coahuila, Nuevo león, Tamaulipas, Guanajuato, tabasco y Quintana Roo.

7. ‘El cártel del Golfo’, todavía con doce grupos armados activos en Tamaulipas y Quintana Roo.

8. ‘El cártel de los Caballeros Templarios’, prácticamente desmantelado y ahora refugiada en el secuestro y la extorsión en Michoacán, Guerrero, Guanajuato, Morelos, Estado de México, Jalisco, Colima y Querétaro.

Y 9. ‘El cártel Jalisco Nueva Generación’, con operaciones limitadas y muy focalizadas en ese estado.

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