Ayer, la asociación civil “Mexicanos contra la corrupción y la impunidad” hizo pública una información que desde hace semanas se mencionaba en los corillos políticos. La fundación de Josefina Vázquez Mota, Juntos Podemos, recibió en 2015 casi 500 millones de pesos en recursos públicos del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto. A pesar de que previamente había negado recibir dinero del erario, Vázquez Mota, fiel a su estilo de evasión de la realidad, se placeó ayer en la toma de protesta de Javier Corral como gobernador de Chihuahua, sin dedicar una sola palabra al señalamiento.

Con la acusación a Josefina inician de manera informal las hostilidades de cara a la elección de gobernador en el Estado de México. Ya que, hasta ayer, el PAN y el PRD se encontraban en negociaciones para ir juntos en alianza electoral con la ex candidata presidencial panista como abanderada. Pero el jefe de gobierno de la Ciudad de México tiene otros planes...

La estrategia del grupo político de Miguel Ángel Mancera, con Alejandra Barrales en la presidencia del PRD, es lanzar a un candidato de izquierda, sí. Los acuerdos al interior están muy avanzados para que dicho aspirante sea el senador con licencia y actual diputado de la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México, Alejandro Encinas, quien fue ya designado coordinador de la bancada del jefe de gobierno de la Ciudad de México. “En política la forma es fondo”, decía en vida el maestro Jesús Reyes Heroles. 

Pero la jugada de Mancera es mucho más pragmática que presentarse a la elección del Estado de México con un aspirante común PRD-PAN. Ya que Encinas renunció al PRD en 2015, en lo que fue una desbandada que dejó al partido del sol azteca en los niveles más bajos de aceptación electoral en su historia. Según una encuesta publicada en el periódico ‘El Financiero’ en agosto pasado, PAN y PRD sumaban 37% contra el 31% que se inclinó entonces por el PRI. En dicho estudio pasó casi desapercibido un factor creciente en las preferencias: la candidatura independiente arrojó un 5%. 

Es decir, en la ruta de Mancera hacia la elección del Estado de México está participar con la candidatura independiente de Encinas, que en una alianza de facto, PAN y PRD sumarían poco más del 40%, descontando así la caída amarilla al no presentar candidato a la gubernatura. Lo inusual de la jugada tiene en jaque las negociaciones al interior del PRD, donde Héctor Bautista, de ADN, ya tenía apalabrada la derrota electoral con el PRI mexiquense. Y el PAN, que hasta ayer se encontraba entrampado por los caprichos de Vázquez Mota, tendrá que definirse rápido. 

De concretarse el experimento electoral, se convertiría en un referente importante en la estrategia de Mancera rumbo a su candidatura presidencial en 2018 por la vía independiente, que en la Ciudad de México obtuvo cerca del 20% de los votos en la elección de junio pasado desperdigado en más de 20 aspirantes. 

Periscopio. Ayer tuvo lugar la comparecencia del procurador Rodolfo Ríos Garza ante el pleno de la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México y salió muy bien librado; Morena se serenó, el PAN respaldó la gestión y fue arropado por el PRD. Ríos Garza entregó buenas cuentas y presentó una ‘danza’ de cifras que avalan su trabajo. Pero se llevó la tarea de trabajar contra ese 90% de las víctimas de delitos que no denuncia.

En el radar. El panista Javier Corral rindió protesta ante el Congreso del estado de Chihuahua como gobernador constitucional. Ahí refrendó una de sus promesas de campaña: Presentar ante la justicia al saliente César Duarte, quien al igual que Borge en Quintana Roo, no asistió al evento protocolario de cambio de mando. 

Sin tanto ruido, Corral es un político que se concentra en sus objetivos. El hipotético golpe contra la corrupción priísta colaría su nombre en los estudios de opinión entre los aspirantes del PAN a la candidatura presidencial. Ya veremos qué pasa en los primeros 100 días de su administración. 

SubmarinoPolitico.com