¿Quién encubrió a Oceanografía?

OPINIÓN 05/03/2014 05:00 Actualizada 05:00

Los lectores preguntan: ¿tocarán a los hijos de Marta Sahagún por el fraude de Oceanografía y otros evidentes hechos de tráfico de influencias? La mano de la justicia, ¿alcanzará a los funcionarios públicos que durante el gobierno de Vicente Fox favorecieron a la hoy intervenida por la PGR contratista de Pemex? Porque esos funcionarios eran, entre otros, sus directores en la paraestatal Raúl Muñoz Leos y Luis Ramírez Corzo, pero también su entonces secretario de Energía, Felipe Calderón, y su círculo íntimo: Juan Camilo Mouriño (coordinador de asesores y subsecretario), y César Nava (director jurídico de la paraestatal), los mismos que, ya en el poder, desplazaron a los Bribiesca Sahagún para tomar control absoluto de la millonaria feria de los contratos otorgados a intereses privados. ¿Investigarán en serio sus presuntas tropelías y, en caso de comprobarse, las castigarán?

No, por desgracia, si Calderón y sus íntimos entienden no sólo éste, sino los ya varios mensajes enviados desde Los Pinos para que le bajen a un pretendido protagonismo político —que hoy se expresa en el proceso de renovación de la dirigencia del PAN— olvidando que tienen una muy larga cola que les pisen.

Calderón, como todos los ex presidentes del priato y como él mismo hizo con Vicente Fox, pactó con su sucesor protección e impunidad. Pero su afán de hacerse del control del maltrecho PAN que quedó después de la derrota presidencial y su caída al tercer sitio, lo ha llevado a buscar un protagonismo que nada bien parece caer en Los Pinos.

Así las cosas, al día siguiente de que anunció su regreso a México con la Fundación Desarrollo Humano Sustentable, ocurrió la captura de Joaquín Guzmán Loera. ¿Si un dron de los que él compró permitió la captura del capo, por qué no lo hizo él (¿un mensaje?).

Gastón Azcárraga, quien en tiempos de Fox comprara Mexicana de Aviación a precio de ganga hasta quebrarla en tiempos de Calderón es hoy prófugo de la justicia. ¿Por qué lo cuidaron tanto sus secretarios Javier Lozano y Juan Molinar (¿otro mensaje?).

Por comprar favores políticos en EU, el empresario mexicano-japonés José Susumo Azano está en arraigo domiciliario en San Diego y aquí se filtra la información de los ventajosos contratos que obtuvo con el calderonismo para la venta de equipo de espionaje para la Sedena (¿un mensaje más?). ¿No se habrá dado cuenta Calderón de que quien más le conviene en el PAN a Peña Nieto es Gustavo Madero y no su impresentable delfín Ernesto Cordero? Porque con Madero se apuntaló el Pacto por México, salieron las reformas que tanto interesaban al grupo priísta que regresó a Los Pinos y a cambio se le apoya aunque le ponga condiciones como aquella de reforma política primero, si quieren reforma energética. ¿No se dará cuenta que todos esos escenarios explican los mensajes enviados por Peña? ¿Habrá olvidado que a Elba Esther Gordillo se le enviaron muchos mensajes antes de ir a parar a la cárcel? Carajo, qué de preguntas.

Instantáneas

1. OTRA MÁS. ¿Quién o quiénes encubrieron el escandaloso fraude de Oceanografía? Al menos dos ex secretarios de la Función Pública y el ex auditor Superior de la Federación deberían poner sus barbas a remojar. El actual encargado de la Función Pública, Julián Olivas Ugalde, podría ser citado a comparecer por la Cámara de Diputados. La investigación ya alcanza a ex funcionarios y funcionarios de Pemex y a directivos y empleados de Banamex. Además ya destapó otro fraude contra el IMSS por falsificación de documentos.

2. PARQUÍMETROS. Vecinos de Coyoacán están en verdadero pie de guerra contra la instalación de parquímetros en el centro de la demarcación y las principales calles que desembocan a él. Preparan manifestaciones y otro tipo de protestas. Ante reacción tan airada, el secretario de Gobierno del Distrito Federal, Héctor Serrano, ha buscado con insistencia al delegado Mauricio Toledo. No ha tenido suerte, nada más no lo encuentra. Los vecinos le recomiendan buscarlo en la cantina El Caminero, en Revolución y Churubusco, en el bar del André, en Miguel Ángel de Quevedo, o en el bar del Arroyo, allá por los rumbos de Insurgentes Sur. Dicen que ahí seguro lo encuentran.

Comentarios